En zoo de Atlanta bautizan a cucaracha en honor a Brady
Todo surgió como una apuesta con un zoológico del área de Nueva Inglaterra, pero en honor a la verdad, no pareciera un triunfo.
Los zoológicos no son el mejor lugar para entablar una apuesta. Pueden sacar 10 en creatividad, pero sin dudas salieron reprobados en astucia.
¿Por qué?
Durante la semana del Super Bowl, Zoo Atlanta y el Roger Williams Park Zoo de Rhode Island decidieron cruzar una apuesta al ganador del encuentro. El zoológico derrotado tendría que nombrar a una cría con el nombre del jugador estrella del equipo rival. En aras del deportivismo, aceptaron de antemano que el animal a bautizar sería una cucaracha de Madagascar.
Como todo el mundo sabe, los Falcons desperdiciaron una ventaja de 25 puntos, 19 de ellos en el cuarto periodo para entregarle a los Patriots su quinto Super Bowl. Gracias a Dont’a Hightower, James White, Julian Edelman, y desde luego Tom Brady, la nueva cucaracha de Madagascar en el Zoo Atlanta lleva el nombre del quarterback de los Patriots.
Así es como nació la pequeña cucaracha Tom Brady. Sí, y eso es porque ganaron. No me ayudes compadre. ¿Imagínense si hubieran perdido?
Una cucaracha llamada Tom Brady. Tomemos un minuto para procesar esa oración. Sí, me queda claro. Eso no suena mucho a una apuesta ganada.
Me parece que el quarterback de los Patriots está en buena posición para demandar a sus “súper fans” del Roger Williams Park Zoo de Rhode Island, porque sin duda no le están haciendo justicia a su nombre y fue gracias a su acuerdo de antemano.
Tras la épica debacle de los Falcons, Atlanta se merecía que el león etíope de melena negra, el tigre de Bengala o el Oso Polar llevaran el nombre de Tom Brady. Un firme recordatorio de sucedido en Houston el pasado 5 de febrero.
Pero ¿la cucaracha? No, no suena como algo que Brady vaya a presumir pronto en sus redes sociales.
Aunque pensándolo bien puede que sea la metáfora perfecta. En Atlanta durante tres cuartos pensaron que habían pisoteado a Brady, solo para descubrir que el pasador de 39 años es capaz de soportar una bomba nuclear.
O eso es lo que dice la leyenda urbana. Lo que me pone a pensar ¿entonces qué demonios trae el insecticida? Eso es pregunta para otra ocasión.