Lady Gaga llegó de los cielos enfundada en un body plateado
Desde lo más alto del estadio se tiró al centro del terreno de juego. Interpretó sus éxitos y estuvo acompañada por decenas de drones que dibujaron la bandera de los Estados Unidos.
Lady Gaga voló sobre el NRG Stadium de Houston. No, en serio: voló. La artista se convirtió en la gran protagonista de la Super Bowl LI con un espectáculo impactante que tuvo todo lo que tiene que tener un acontecimiento de estas características.
Primero porque, dejadme insistir, voló. Lady Gaga comenzó su actuación en el techo del NRG Stadium. Se tiro desde lo más alto enfundada en un body plateado y botas hasta la rodilla. Tras ella, decenas de drones con colores azules, rojos y blancos dibujaron en el cielo la bandera norteamericana.
Tras tirarse, atada por dos cuerdas claro, llegó hasta el centro del escenario donde se dedicó a interpretar un medley de sus temas más conocidos, como Poker Face o Bad Romance. Mezcló, a la perfección, los singles más bailables y celebrados con momentos más íntimos en los que se puso al piano.
En el apartado visual tanto los bailarines que le acompañaron, numerosos, como el público falso que se encontraba en el césped se dedicaron a coreografías del más alto nivel, con un componente lumínico muy acusado. Fuego, luces, linternas, olas de diferentes colores... todo lo que ha dado nombre y fama a este espectáculo del descanso de la Super Bowl.
Con Bad Romance desapareció el body para dar paso a un top blanco sexy con detalles platas y un culotte plata. Magnífica toda la puesta en escena de esta artista que nunca deja indiferente a nadie. Interactuó con los aficionados e incluso le mandó un saludo a su padre y a su madre. Lady Gaga estuvo grandiosa e hizo olvidar su despiste previo al partido, cuando enseñó su ropa interior en un descuido.
Los planos picados desde la parte alta del estadio eran francamente espectaculares. Fuegos artificiales y un nuevo truco visual de salto al vacío de la artista pusieron punto y final al momento musical. La Super Bowl, un año más, dejó quince minutos de show que se recordarán en años venideros.