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SUPER BOWL LI

Un Super Bowl fuera de este mundo

Matt Ryan buscará conquistar las estrellas hasta convertirse en una. Tom Brady busca alcanzar el estatus de supernova. Algo fuera de este mundo sucederá en Houston.

Houston
Un Super Bowl fuera de este mundo
TOM PENNINGTON ELSAAFP

Houston es el lugar a donde la gente va cuando quiere alcanzar las estrellas. Desde donde se planea la conquista del universo, hasta llegar a donde ningún otro hombre ha podido llegar. Al menos en Atlanta. Matt Ryan pretende cambiar la historia.

No será fácil, pero tampoco lo era llegar a la luna y eso se materializó en Houston. Así que ¿Por qué no, Matty Ice?

Tal vez porque enfrente está un tal Tom Brady.

De acuerdo a Wikipedia: Una supernova es un evento que ocurre en las últimas etapas evolucionarias de la vida de una estrella, cuya dramática y catastrófica destrucción se marca con una última explosión titánica. Eso provoca la aparición repentina de una “nueva” estrella brillante, que lentamente se apaga.

Pero es difícil saber si se refieren a un cuerpo astronómico o a la carrera de Brady, el quarterback de 39 años de edad que está en las últimas etapas de su carrera y con la posibilidad de brillar más que ningún otro gracias, en parte, a lo que sería su quinto anillo de Super Bowl.

Mucho se ha dicho que el Super Bowl 51 es la lucha entre la explosiva ofensiva de los Falcons, la mejor en temporada regular, contra la eficiente defensiva de los Patriots, una unidad que ejecuta por encima del nivel de sus componentes, y que encabezó a la NFL en puntos admitidos.
Pero no es así. Todo empieza y termina con Brady. Es la defensiva de Atlanta la que debe contener al tipo que ya estuvo aquí y ya hizo esto. El que tiene seis Super Bowls previos. El que tiene la capacidad y las herramientas para ir a un tiroteo, o simplemente matarte lenta y metódicamente como tortura medieval.

Los Falcons tienen una sola fórmula. Muy buena y eficiente. Pero no tiene la capacidad de mimetismo de Brady, capaz de adaptarse y camuflarse a la situación frente a él. Matt Ryan y compañía van a anotar, porque eso es lo que ellos saben hacer. Pero Brady también.

La pregunta no es ¿Cuánto podrán anotar los Falcons ante la mejor defensiva de la NFL? La pregunta es ¿Será lo suficiente? Es el plan defensivo de los Falcons el protagonista de este juego. No su ataque. No se trata de Devonta Freeman o Julio Jones. Se trata de Vic Beasley y su presión, de Deion Jones y su velocidad, de Keanu Neal al fondo del tablero de ajedrez. Del otro lado, nada menos que Garry Kasparov.

No, no será fácil tampoco para Brady. En situación previas ha llegado a estas instancias como invencible, como parte de un equipo superior, incluso supremo, con más talento a su alrededor. Y ha salido derrotado.

Brady y los Patriots no son intocables de ninguna manera. Incluso la manera de derrotarlos no es ningún secreto. Presionar al quarterback. Pero solo hay una cosa que los Patriots hacen mejor que atraer los reflectores y es ejecutar.

Los jóvenes Falcons tienen que ejecutar. Y tienen que hacerlo al nivel de los mejores en ese negocio. No hay margen de error. La misión está por despegar.

“Houston, el Águila ha aterrizado”, Neil Armstrong, 20 de julio de 1969 al llegar a la superficie de la luna.

Houston, tenemos Super Bowl.