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AUSTRALIA OPEN

Rafa Nadal derrota a Monfils y vuelve entre los ocho mejores

El español no pisaba los cuartos en un 'grande' desde Roland Garros 2015. Sufrió y ganó 6-3, 6-3, 4-6 y 6-4 y se medirá el viernes al número tres, Raonic.

Rafa Nadal derrota a Monfils y vuelve entre los ocho mejores
Clive BrunskillGetty Images

Rafa Nadal emite en Melbourne cada vez más señales positivas. Golpe a golpe y sin mirar atrás, a esos dos años de problemas, ya está en cuartos de final. Entre los ocho mejores, una ronda que no pisaba en un Grand Slam desde junio del 2015, cuando perdió con Novak Djokovic en Roland Garros. Lo hizo tras liquidar a Gael Monfils en cuatro sets, por 6-3, 6-3, 4-6 y 6-4 en 2h:55. Un partido más reñido de lo que indica el resultado. En cuartos le esperaba ya Milos Raonic, tercer tenista del ránking, que aprovechó el cansancio de Roberto Bautista y el cierre del techo de la Hisense Arena para ganar por 7-6 (6), 3-6, 6-4 y 6-1.

Esas señales que lanza Nadal partido a partido calan ya en el vestuario. No es un espejismo. Florian Mayer y Marcos Baghdatis fueron conejillos con los que afinar su derecha y su saque. Luego llegó Alexander Zverev, 19 años y proyecto de número uno, y tuvo la fortaleza necesaria para fundirlo en cinco sets, cuando los tres últimos partidos que había disputado a esa distancia agónica en Grand Slam los había perdido. Hoy tenía otra prueba, la de tumbar a un top-ten y romper una racha negativa de cuatro derrotas frente a uno de los diez mejores. Y cayó el seis del mundo. Toco sufrir después de que el francés le robara el tercer parcial y lo aceptó.

El duelo de treintañeros era también un choque entre viejos conocidos (12-2 para el español). También un cruce que midió la ambición de uno que quiere sumar otro 'grande' a su cuenta de 14 y otro que parece haber alcanzado su techo tras entrar el año pasado entre los diez mejores del mundo. Con Andy Murray y Novak Djokovic en su casa, Nadal sabe que la oportunidad es única. Y no la dejó escapar.

Monfils exigió templanza, porque es imprevisible. Apoyado otra vez en su servicio (72% de puntos ganados con primeros y 63% con segundos), Nadal se fue a la red cuando le hizo falta (12/19) y sacó su drive para resolver los rallies cuando tocó. Serio, sin concesiones a la galería como las que se permitía de cara a la grada el elástico Monfils de vez en cuando, un tenista tan imprevisible como irregular.

Tras el 2-0, llegó el suspense. Monfils comenzó a arriesgar de verdad y logró un break en el tercer set en cuanto Nadal bajó medio punto su nivel y cometió algún error. El francés se tocaba con el índice la sien y pedía calma. "Esto no ha acabado", parecía decir. Llegó incluso a ponerse por delante en la cuarta manga (2-3), pero entonces volvió a despertar la bestia, que arrebató dos veces el servicio al galo y respiró. Le espera Raonic, número tres del mundo con el que ya se ha enfrentado este año dos veces. Ganó en la exhibición de Abu Dhabi y perdió en Brisbane. Pero en Melbourne se juega a cinco sets. Territorio Nadal.