Los Warriors destrozaron a los Cavaliers... ¡en 24 minutos!
Triple-doble de Draymond 'el Jefe' Green y +20 puntos de los tres grandes anotadores del equipo. Los campeones, sin respuestas.
Puede que fueran los mejores 24 minutos de baloncesto de un equipo que he visto en mi vida. Cualquiera que haya visto el partido, el plato fuerte del Martin Luther King Day en la NBA, sabrá que no exagero lo más mínimo. Los Golden State Warriors, con la remontada navideña entre ceja y ceja y las bromas sobre el maldito 3-1 en las Finales aún frescas, dieron un puñetazo en la mesa tan perfecto en la técnica como certero en la ejecución.
LeBron James (20 puntos, 6/18 en los tiros, seis pérdidas y un -32 en sus 35 minutos) y compañía nunca tuvieron respuesta para el vendaval. Fallaron demasiado al principio (el Rey casi no toca el aro y Shumpert fue directo al tablero...) y lo intentaron en la primera mitad después de caer 20 abajo en solo 13 minutos (42-22), pero el remedio fue peor que la enfermedad. Los Warriors reaccionaron al intento de los campeones con un 20-5 de parcial para llegar al descanso que cerró Stephen Curry con un triple de ocho metros: esta vez no se les iba a escapar.
Los problemas en la espalda de Kevin Love, que no volvió al parqué tras el descanso, fueron la bandera blanca (el Big Three de los Cavs, 13/43 en los tiros). El partido se había acabado. La segunda mitad fue un trámite (los Cavs se dejaron llevar...) que llevo a los Warriors del +29 al +35 y de las 26 a las 37 asistencias (solo 11 de los Cavs). Poco más.
"Esto es baloncesto de alta calidad en su nivel más alto", dijo Curry al acabar el partido. Más razón que un santo. La primera parte que los Warriors jugaron ayer fue históricamente buena. 24 minutos del mejor baloncesto del planeta.