Ramos vuelve al volcán Pizjuán
Trece titulares entre Sevilla y Madrid mejoran hoy (20:45 Movistar Partidazo) la versión copera. Lucas Vázquez apunta a titular.
Otro Madrid, otro Sevilla, otro torneo y otro ambiente. Porque mientras se cambia el decorado sobre las mismas tablas, Ramos ocupa ahora el centro de la escena. Hace menos de tres años, en la previa de un España-Bolivia, recibía en el centro del Sánchez Pizjuán un reconocimiento a su pasado sevillista. A su derecha estaba Pepe Castro, presidente del club de Nervión; a su izquierda, José María del Nido Jr., vicepresidente.
Horas antes había recibido la medalla de oro de la ciudad. Aquella noche se confesó “sevillista y madridista”. Esa doble militancia no será posible hoy, con un estadio enfurecido contra el capitán del Madrid por pedir tirar el penalti-puntilla en la Copa, por hacerlo a lo Panenka y por desafiar a los Biris, que han convertido, gracias al gesto irreflexivo del ofendido futbolista, su minoría en mayoría. Veremos la capacidad de enfriamiento de los comunicados de los clubes.
La grada, pues, andará más encendida, pero el campo quedará más adornado. Siete titulares que faltaron de salida el jueves vestirán de gala al Sevilla y seis al Madrid, que esta vez no tiene ningún resultado que proteger (sigue el partido en directo en As.com).
Sampaoli copiará el plan de los tres centrales (con Pareja por Lenglet), los dos laterales de largo alcance (con Mariano por Sarabia), N’Zonzi y un frente de ataque amplio y creativo: Nasri, Vázquez, Vitolo y Ben Yedder, con alguna opción para Jovetic, que sonó como un trueno en su ingreso en la competición española. Con este once arrasó en San Sebastián.
Uno y otro equipo comparten su adicción al gol. El Sevilla ha marcado en todos sus encuentros de Liga. El Madrid, en todos los de la temporada. Hoy pasa del armamento convencional al nuclear, con Modric, Cristiano y Benzema, más Lucas Vázquez, toda vez que ni Isco ni James han superado sus lesiones y con Asensio presto al relevo. También regresan Varane y Carvajal para reordenar una defensa que quedó en evidencia el jueves. Falta por ver si el Madrid trasladará a un campo-caldera esa presión adelantada que ha optimizado su juego y que exhibió en los dos últimos partidos en casa. La fiesta es segura. Falta que sea en paz. Zidane y Sampaoli hicieron lo posible para que así sea.
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