Vince Wilfork pasa mucho del favoritismo de los Patriots
El Nose Tackle de los Houston Texans no hace caso al ruido exterior y a la opinión generalizada de que su equipo no tiene ninguna oportunidad.
No hay mucho partidos en la NFL en los que el favorito lo sea por 16 puntos, según las casas de apuestas de Las Vegas. Menos aún en playoffs, cuando se supone que sólo están presentes los mejores de los mejores. Y, si rizamos el rizo, resulta apabullante en una ronda como la divisional donde, en teoría, ya se han podado y quedado en la cuneta de la Wild Card los impostores.
Este año tenemos ese caso. El sábado se jugará un partido en Fóxboro donde el equipo de casa, los New England Patriots, parten con una ventaja descomunal, en la opinión de los apostadores, para vencer a los Houston Texans y meterse en la final de conferencia. Eso si hablamos de apostadores, que yo diría que es aún más exagerada, y unánime, la sensación entre los aficionados. Los Patriots son lo que se llama favoritos prohibitivos.
Esto podría ser un factor de índole psicológica en el vestuario de los Texans. Para bien y para mal. Hay gente al que este tipo de cosas le afecta y le hunde y hay otras, entre las que están la mayoría de deportistas profesionales de élite, a las que motiva. Tened claro que si, por algún accidente, Houston ganase este partido la semana que viene íbamos a escuchar a muchos de esos jugadores (y entrenadores) hablar de la falta de respeto, de que dónde están los listos que les daban por muertos, etc.
No es el caso de Bill O'Brian, entrenador del equipo de Houston, que ha dicho que eso no le afecta. Y tampoco de Vince Wilfork, Nose Tackle titular de los Texans, que prefiere optar por otra vía: la de señalar que las sorpresas son norma común en el deporte. Y, por eso, ha recordado una muy evidente, como es la de la victoria de los New York Giants sobre los New England Patriots en la Super Bowl XLII.
Entonces los Patriots eran favoritos por 13 puntos y acabaron perdiendo. No sólo lo recuerda Wilfork por el hecho de meter el dedo en la llaga de sus rivales del sábado, sino porque él mismo estaba allí. No en vano, el gran jugador es una leyenda de New England.
"Nos ganaron, aunque las apuestas dijeran lo que dijeran. Como ayer mismo ganó Clemson a Alabama y todos los expertos decían que era imposible. Nosotros no vamos a hacer caso al ruido de fuera. Somos un gran grupo, un gran equipo, y vamos a jugar un partido de playoff. Lo demás da igual", comentó Wilfork.
Visto su nivel de juego actual y su edad, 35 años, no es descartable que Wilfork se retire al finalizar esta campaña. Él mismo dice que aún no lo tiene claro, pero que es una posibilidad. Es por eso que, si las apuestas se cumplen, se puede retirar en Fóxboro. La justicia poética, en este caso, sería preciosa, aunque a él no le gustaría nada de nada a corto plazo.