LAS PALMAS 0 - ATLÉTICO DE MADRID 2
El 2017 have volver a Koke y Griezmann
Fácil triunfo del Atlético ante un Las Palmas con bajas y sin remate. Marcaron Koke y Griezmann, que llevaba sin marcar desde el 23 de noviembre.
El partido comenzó con uno de los propósitos para el año nuevo del Cholo sobre el césped, Juanfran arriba en la banda. Desde la última vez que Las Palmas y el Atleti se vieron, hace 14 días, pero otro año, el pasado, otra vida, es una de las ideas que dan vueltas en la cabeza de Simeone. Juanfran en la banda no sólo tiene piernas de maratoniano, es que siempre encuentra algún pasillo por el que colarse entre los defensas y llegar al área. Al principio del partido, todo el peligro del Atleti estaba en eso, en sus carreras. No puede decirse lo mismo de Gameiro. Sus botas siguen como en 2016, erráticas.
El francés, como el año pasado, lo pone todo (la intención, las ganas, los desmarques) pero lo más importante no llega, no sale, el gol. Falló en el control al recibir un pase de tiralíneas de Koke. Lo difícil era lograr encontrar un resquicio por el que colar el balón, pero Koke lo hizo, lo encontró. De su bota salió un balón de gol. Un balón de gol para cualquier delantero que no se llame Gameiro. Controló mal y la ocasión terminó como lo hacían casi todas en 2016: la nada. Después un futbolista de Las Palmas le regaló al francés un balón para que se quedara sólo ante Lizoain pero el final fue idéntico, también nada.
El Atleti dominaba mientras que, Las Palmas, con más titulares en la enfermería que sobre el césped entre tocados y gastroenteritis, intentaba jugar como juega pero no le salía. Quería tener el balón y lo tenía, pero si era en un campo todo se traducía en pérdidas y errores no forzados. De uno de ellos llegó el gol del Atleti. Un defensa canario despejó con la espalda un centro de Vrsaljko y el balón le cayó a Koke que, esta vez, en vez de buscar a Gameiro, miró directamente la red. Y allí envió el balón. Seco, directo, afilado. Simeone ya puede ponerle otro aspa a su lista de propósitos para 2017: recuperar a Koke (un tanto gris desde que se le señaló, injustamente, como culpable de los males rojiblancos en la crisis de noviembre-diciembre al moverse al centro). Cumplido.
Entonces llegó el déjà vu, como si el calendario no hubiera cambiado de hoja, ni de mes, ni de año, ocurrió lo del Calderón. El Atleti dio un pasito atrás y Las Palmas tres al frente: así pudo bajar el balón al suelo y hacerle lo que le gusta, jugarlo. Sin demasiada malicia, eso sí. Daba igual que Saúl perdiera un balón ante El Zhar en una zona peligrosa. O que Godín no acertara en un despeje. Las Palmas, seguro, le pedirá algo en su carta el viernes a los Reyes: un poquito de acierto arriba. No lo tuvo ni en esos minutos con el balón ni en la última jugada de la segunda parte, cuando pisó el área de Moyá con la intención de tirar la puerta. No ocurrió nada. Cuando Asdrubal fue a empalar una jugada de Viera el balón se le quedó atrás.
Nada más comenzar la segunda parte, Setién podría mirar con envidia a Simeone mientras veía Lizoaín volver a recoger el balón de su red. Griezmann (¡Aaaaleluya, otro propósito 2017 con aspa!) acababa de marcar en la primera jugada del Atleti en la segunda parte. Fue en plancha, de cabeza, después de una dejada sin ángulo de Gameiro y un centro de Vrsalsko, tras un cambio de juego inicial, en el centro, de Koke, que en ningún momento soltó la chistera. Jugadón. Las Palmas no volvió a levantarse de la lona.
El juego terminó ahí, aunque no la lista de propósitos del Cholo: le quedaba uno en el banquillo, Giménez mediocentro, y lo puso en el 63’. El uruguayo, ante la rodilla tocada de Tiago y la rota de Augusto, puede ser la solución en el mediocentro. Ayer, como en Arabia, rindió: barrió todo balón que le pasó cerca. Como cerca tuvo el tercero Griezmann después de hacer una pared en una baldosa con Correa, mientras el partido ganaba un punto en bronca (y en tarjetas), Boateng regresó, Moyá tuvo la suya (paradón a Vicente) y Simeone se iba a la caseta con sonrisa, pero pensativo: en su lista quedó un propósito sin tic. Gameiro. Muchos días le quedan aún a este 2017 pero es urgente ponérselo para que el nuevo año no traiga un vicio pasado: sufrir, sufrir tanto (a veces, por la falta de gol).