El regreso de Peterson no cambia nada en Minnesota
El estelar running back está de regreso antes de lo esperado, pero difícilmente aportará algo a unos Vikings repletos de lesiones
Adrian Peterson no es de este mundo. Cualquiera que lo haya visto correr ya lo sabía. El hecho de que vuelva mucho antes de lo esperado luego de sufrir la tercera lesión de gravedad en la rodilla en su carrera, lo confirma.
Adrian Peterson es un espécimen físico como pocos en la NFL, o el deporte en su totalidad, pero no tiene súper poderes más allá del uso de la vara para disciplinar niños. No es un santo con milagros confirmados ni es brujo chamán que pueda hechizar al rival.
En otras palabras con o sin Adrian Peterson, los Minnesota Vikings están en serios problemas.
Permítanme explicarles por qué. Desde la pretemporada, cuando perdieron a Teddy Bridgewater, los Vikings han ido cayendo como moscas especialmente en la línea ofensiva, que actualmente bien podría compararse a la que protegió a Shane Falco o a Paul Crewe.
La realidad es que Minnesota utilizará el domingo ante los Colts a su séptima combinación de línea ofensiva en lo que va de la temporada. Siete quintetas titulares distintas en 14 partidos esta campaña. Tomen unos segundos para pensar lo que ello implica.
Es ahí, en jugadas de pase con engaño de carrera, sin que Peterson toque siquiera el ovoide, que podría brindar su mayor aporte a la ofensiva de los Vikes, a fin de cuentas tienes que respetar la leyenda de AP, no tanto su condición actual o la de sus guardaespaldas.
Minnesota tiene buenas aspiraciones este fin de semana ante Indianapolis, pero no son por Peterson sino por su registro de 4-2 en casa y el hecho de que los Colts son una de las peores defensivas de la NFL.
Pero Minnesota necesita mucha ayuda, no solo de Peterson o de su línea, sino de otros equipos para siquiera poner de nuevo a los playoffs en el horizonte.