China amenaza otra vez con sus millones: Messi, Tévez, Alexis...
El poder económico de los principales clubes de la liga china ya la pasada temporada se llevaron a Jackson Martínez, Levazzi, Ramires, Gervinho, Robinho...
El 'boom' del fútbol chino parece ser imparable y la próxima apertura del mercado ha desatado los rumores de traspaso rumbo al gigante asiático. El nivel que, de momento, no aparece en los terrenos de juego si lo demuestran en lo económico donde ofrecen los sueldos más altos con diferencia.
El último nombre en salir ha sido el de Lionel Messi. Según Sky Sports, el Hebei Fortune, uno de los equipos que más ha crecido en los últimos años, habría puesto a Messi sobre la mesa una oferta de hasta 500 millones de euros en cinco años. Una cuantía muy por encima de la que hoy percibe el futbolista argentino en el Barça, con el que se encuentra en negociaciones para renovar. Hace pocos días también han sonado con fuerza Cesc, Terry o Carlos Tévez, al que le ofrecían hasta 40 millones anuales.
Todos estos traspasos forman parte de un plan. La intención del fútbol chino es aprovechar su gran fortaleza económica para atraer a futbolistas de primer nivel con dos propósitos, atraer atención mediática internacional y elevar el nivel de su propia liga.
Comprar 'estrellas' para crear 'estrellas'
Al contrario de lo que se puede creer, el fútbol chino no tiene la intención de crear una liga para que las grandes estrellas se retiren con elevados salarios, si no todo lo contrario, quieren atraer talento para que acabe naciendo el suyo propio.
Los clubes chinos creen que para subir el nivel, primero han de tener que pagarlo y además, mejor que nadie. Que los jugadores chinos entrenen con jugadores de primer nivel mundial supone una formación que de otra forma no le podrían ofrecer. La intención es la de comprar futbolistas de primer nivel para ir mejorando de forma interna. Para que el plan se siga, la Liga China ha introducido una medida proteccionista: los clubes solo pueden tener cinco jugadores extracomunitarios. Además, protegen de forma especial el puesto de portero, ya que todos los metas de la liga por norma han de ser nacidos en China. Esta norma está estrujada al máximo por los clubes, ya que todos los equipos chinos tienen cubiertas todas las plazas de extracomunitarios.
Estos extracomunitarios suelen ser jugadores que han estado en clubes de élite de Europa y que siguen a buen nivel. Lavezzi o Gervinho son los casos más recientes de jugadores que seguían en equipos de primer nivel en los que tenían peso y que decidieron llevar su talento a la Superliga China. En una entrevista, el jugador costamarfileño explicó la situación actual de esta competición. "Ganar 60.000 euros por partido en Europa es imposible. Cada vez que cumplimos un objetivo (un gol en un partido, por ejemplo) podemos llevarnos hasta 150.000 euros".
El dinero chino también atrajo este año a otros jugadores como Jackson Martínez, Ramires, Demba Ba o Freddy Guarín sumando más de 300 millones de euros en fichajes.
La llegada de estos extracomunitarios no impide que se frene del desarrollo del fútbol base. El gobierno chino, desde la llegada del presidente Xi Jinping, está apoyando la popularización y el desarrollo del fútbol. De hecho, el fútbol ya es asignatura obligatoria en todos los colegios del país.
Los entrenadores son también parte importante de esta reforma. De los 16 equipos que conforman la Superliga china, doce están entrenados por preparadores extranjeros. El nivel de los banquillos de la Liga China poco tiene que envidiar a varios campeonatos europeos. Vanderlei Luxemburgo, Scolari, Pellegrini, Felix Magath, André Villas Boas o Gustavo Poyet son algunos de los nombres más llamativos del plantel de entrenadores de la Superliga, que se completa con más preparadores de otros países asiáticos (principalmente, surcoreanos) y entrenadores chinos.
Pero, ¿de dónde sale el dinero?
El nivel económico de la liga china está relacionado estrechamente con su potente economía y su papel predominante actual. Las grandes empresas chinas han entrado con fuerza como los patrocinadores principales de los equipos de la Superliga y en estos casos destaca el Guangzhou Evergrande.
El club, fundado en 1954, fue comprado por la potente inmobiliaria asiática en 2011 y lo volvió a colocar en el primer nivel del fútbol nacional y continental, llegando a ganar la Champions asiática. Antes de la compra, se encontraba en segunda división tras un escándalo de amaños de partidos relacionados con las apuestas. Además de esta inmobiliaria, el gigante del comercio online Alibaba tiene en propiedad el 40% del actual campeón entrenado por Scolari.
Este club está valorado según Forbes en 270 millones de euros, lejos, de momento, de los 633 millones de euros en los que está valorado el Atlético de Madrid según esta misma publicación económica.