Postemporada a la vista: Los pronósticos de la semana 15
Los campeones Broncos reciben a unos Patriots que buscan cobrarse la eliminación de la campaña anterior en DenverPatriots-Chargers
Hay mucha gente que me ha reclamado que mis pronósticos los enferman. Bueno, pues bienvenido señor karma, estoy con un resfriado marca calzón de Vince Wilfork. Estamos a mano.
Si ven que ando más acertado que de costumbre o más serio que de costumbre o con chistes más malos que de costumbre, no soy yo, es el maldito virus, que me tiene en peores condiciones que a Colin Kaepernick contra los Bears.
Pero si creen que un pequeño resfriado me va a detener se equivocan. Si esperaban que alguien más, alguien que si sabe de pronósticos tomara mi lugar por enfermedad, tendrán que esperar a que contraiga algo más fuerte, algo que solo se cure con penicilina y que solo Johnny Manziel haya desarrollado anticuerpos para combatirlo.
Por el momento aquí sigo dando la cara. Sí, me fui 8-8 la semana pasada, no me enorgullece pero no me escondo. Al contrario, estoy en pie de guerra. Aún me quedan tres semanas más para dar la campanada.
Estamos en épocas decembrinas, de perdón y reflexión. Les pido que confíen, no ciegamente, pero que confíen. Sé que no he dado el 100%. Soy como Darth Vader, aún hay algo de bondad en mí, solo necesito matar a mi jefe.
¿Ya ven? Ya estoy alucinando, mejor vámonos con los pronósticos.
Detroit (9-4) en NY Gigantes (9-4): Siendo época de festividades, quisiera disculparme con los Lions, no les he tenido fe en toda la temporada. Me equivoqué. Detroit es un buen equipo y Matthew Stafford está mostrando liderazgo.
Hay quienes lo colocan en la conversación de MVP, pero yo no iría tan lejos. Discúlpenme, pero si pierdes en casa ante Tennessee y caes ante los Osos no puedes ser MVP. Está en la constitución. Lo que no está es que Detroit no debería ser tan bueno. No debería de haber obtenido triunfos de calidad como los dos a Minnesota o las visitas a Green Bay o Nueva Orleans.
Y lo ha hecho, porque Stafford ha demostrado que tiene los pantalones bien puestos, que en los momentos de vida o muerte sobrevive tan solo porque está dispuesto a morir. Eso es precisamente lo que puso a los Leones en una situación precaria, ahora que Stafford tiene un desgarre de ligamentos que le impide levantarle el dedo medio a todos sus detractores.
No se puede tomar a la ligera una lesión en un dedo de la mano de lanzar de un quarterback, para mayores referencias preguntarle a Derek Carr la semana pasada. Pero Stafford con 4 dedos y medio está jugando mucho mejor que Eli Manning, y ahí radica toda la diferencia.
El éxito de los Lions está en su distribución de balón. Tienen a cinco jugadores con al menos 43 recepciones cada uno. Los Gigantes no los pueden cubrir a todos, no después de haber jugado un duelo físico contra un rival divisional. Lions por 3.
Patriots (11-2) en Denver (8-5): Los Denver Broncos se jactan de ser una de las mejores defensivas de la NFL. Solo les hace falta un pequeño detalle: Demostrarlo.
Al momento en que Jacksonville te corre para 154 yardas o que has permitido a siete oponentes superar las 120 yardas por tierra en lo que va de temporada, tu único derecho es a permanecer en silencio. Especialmente ahora que está en casa la séptima mejor ofensiva terrestre de la NFL y un tal Tom Brady.
Brady tiene marca de 2-9 de por vida en Denver, presumiendo triunfos ante Danny Kannell y Tim Tebow, por lo que Trevor Siemian se ajusta al molde de sus víctimas en las Rocallosas. Pero SIemian está lejos de ser el problema de los Broncos, su problema es un ataque terrestre inerte, y una defensiva que permite que les controlen el balón.
Eso significa tener a Brady mucho tiempo en el terreno de juego, y eso no es bueno bajo ninguna circunstancia. Los Broncos deben jugar por nota, especialmente ahora que no cuentan con margen de error en la disputa por el sexto puesto a playoffs.
Los Patriots vienen de una semana corta, un juego muy físico y con muchos errores que corregir, pero también vienen con el aliciente de que una victoria los mete directamente hasta el playoff divisional ¿qué mejor que obtener el boleto en la casa del rival que cortó de tajo sus aspiraciones de bicampeonato el año pasado?
El monje estará preparado, siempre lo está. ¿Von Miller, Aqib Talib y compañía pueden decir lo mismo? No lo creo. Pats por 6.
Buccaneers (8-5) en Dallas (11-2): Solo en Dalllas tienen marca de 11-2 y comienzan a pedir un cambio de quarterback, solo porque el novato tuvo su peor juego como profesional. ¿Ya se les olvidaron todos los juegos malos que tuvo Tony R? Eso parece.
No se confundan, yo soy de los que cree firmemente que Romo es mucho mejor quarterback que Prescott, y que Antonio Ramiro nunca tuvo un equipo con tanto talento a su disposición. Pero también soy un firme creyente de que si no está descompuesto, no lo compongas. Por lo que Dak debe seguir al frente hasta que demuestre que no puede.
El domingo por la noche se sabrá si está descompuesto o si solo fue un mal juego, cuando los Cowboys reciban a los Bucs que son el vivo ejemplo de las inconsistencias de esta temporada. Cuando la defensiva de Tampa Bay está despierta y consciente, el equipo gana, así de simple, sin importar si enfrente está Matt Ryan, Russell Wilson a Drew Brees.
Los Bucs tienen su primera racha de cinco victorias desde que ganaron el Super Bowl allá por 2002. Esto no quiere decir que vayan a repetir el truco, solo que son un grupo de muchachos con la confianza en alto. Y como equipo joven, su máxima prioridad debe ser la consistencia defensiva.
En sus cinco derrotas han permitido 177 puntos, 35 por partido. En sus ocho triunfos, han admitido 129 unidades, o lo que es lo mismo 16.1 por juego. El cambio es radical y es la diferencia entre un equipo protagonista y un conjunto animador.
Dallas puede hacer muchas cosas, salvo evitar el evitar el exceso de confianza, a fin de cuentas ya estamos bien entrados en diciembre y Jason Garrett tiene marca de 14-16 en el último mes de temporada regular al frente de los Cowboys.
Los Cowboys son un equipo completo, que controla la posesión del balón y limita los errores, dos de los ingredientes principales que alimentan el buen momento de Tampa Bay, así que no tienen por qué salirse del libreto. Hagan lo que tienen que hacer y punto. Dallas por 6.
Y como ya siento que la Virgen me habla, los TurboPicks:
Steelers (8-5) en Cincinnati (5-7-1): Se necesitan al menos tres Vontaze Burficts para detener a Pittsburgh en esta ocasión. Steelers por 10
Packers (7-6) en Chicago (3-10): ¿Alguien sabe si la zoofilia es legal en Chicago? ¿O los Packers van a necesitar un buen abogado? Green Bay por 12.
Jaguars (2-11) en Houston (7-6): Los triunfos ante Jacksonville deberían valer la mitad. Texans por 3.
Browns (0-13) en Buffalo (6-7): Imagínense que tan mal quarterback fue Terrelle Pryor que juega de receptor en un equipo con Cody Kessler, Josh McCown y Robert Griffin III. Bills por 6.
Eagles (5-8) en Baltimore (7-6): Después de esto, creo que Carson Wentz estará listo para anunciar pañales geriátricos. Ravens por 4.
Titans (7-6) en Kansas City (10-3): Los únicos Jefes que veo trabajando en estas épocas. Chiefs por 8.
Colts (6-7) en Minnesota (7-6): Este juego es como una novela mexicana. La chica más fea, Bradford, le gana el galán a la chica que está buenísima, Luck. Vikings por 3.
Saints (5-8) en Arizona (5-7-1): De la manera en que está jugando Carson Palmer es fácil entender que haya sido el mentor de Mark Sanchez. Saints por 2.
Raiders (10-3) en San Diego (5-8): Los Raiders jugarían mejor si abrieran el ojo que no trae parche. Raiders por 11.
Panthers (5-8) en Washington (7-5-1): Cam, llegas tarde a Washington, apenas se ocupó la vacante de fanfarrón, berrinchudo y caprichoso que estaba disponible en la ciudad. Skins por 9.
Eliminator/Survivor: Atlanta. Porque San Francisco es el nuevo Cleveland
La semana pasada: 8-8
En la temporada: 124-77-2