Robert Griffin III, una razón para volver a seguir a Cleveland
Los Cleveland Browns han anunciado que el quarterback volverá a dirigir su ataque después de que se lesionara en el primer partido de la temporada.
Uno de los alicientes para ver a Cleveland este año era descubrir si Robert Griffin III podía volver a la vida después de temporada y pico en blanco. Pero una rotura en el hombro del brazo izquierdo nos dejó con la miel en los labios al final del primer partido de la temporada contra los Eagles. El quarterback no duró en pie ni un asalto.
A eso se le sumó la frustrada vuelta de Josh Gordon, que demasiados problemas tiene en su vida como para pensar en enfundarse un casco y una coraza. En pocas semanas pasamos de esperar con ilusión la confluencia de dos aspirantes a ‘come back placer of the year’ a contemplar con apatía como los Browns perdían partido tras partido hasta quedar reducidos a la nada.
A mediados de noviembre, los Browns sacaron a Griffin de ‘injury reserve’. Estaba listo para entrenar. ¿Pero de verdad merece la pena volver a intentarlo con él? No solo creo que sí, tanto para el equipo como para el jugador, también creo que su sola presencia es un buen aliciente para volver a ver a los Browns.
Nuevas perspectivas en el draft
Para empezar, los de Hue Jackson siguen necesitando un quarterback... y muchas cosas más. Tienen un draft plagado de necesidades y de ronda altas. Pero viendo cómo se plantea la elección colegial de 2017, y la aparente falta de grandes estrellas en la posición de quarterback, si Cleveland llegara a ese día con la posición cubierta, aunque fuera de forma provisional, podría tener una increíble libertad de movimientos: usar el pick 1 para elegir al mejor jugador sin obcecarse por el puesto de pasador, intentar un intercambio que le proporcionara otra primera ronda alta y un buen paquete de rondas más, o incluso elegir quarterback e intentar sacar algo por Griffin en el mercado postdraft.
El jugador firmó un contrato por dos años, así que en 2017 seguirá ligado a Cleveland con un salario de 9.250.000 de dólares contra el cap. El contrato también tenía un blindaje para los Browns, que pueden cortarle al final de esta temporada sin que prácticamente les afecte en el cap (1.750.000 dólares). Obviamente, en Cleveland buscaron cubrirse las espaldas por si el experimento no funcionaba, pero también tener opciones de negocio en caso de traspaso. Y, por supuesto, la prioridad a la hora de firmar un nuevo contrato si Robert Griffin III volvía a parecerse al que deslumbró en 2012 en su temporada de rookie con Washington.
Por eso, estos cuatro partidos pueden ser apasionantes. Cleveland en busca de un quarterback de futuro, Griffin sabiendo que se juega el ser o no ser en la NFL, y su línea ofensiva, como toda la temporada, haciendo todo lo posible para destrozar su carrera. No sé a vosotros, pero esa ensalada me parece todo un aliciente para volver a enfocar a los Browns en lo que queda de temporada.
El mercado de quarterbacks
Además, la evolución de Griffin puede tener consecuencias importantes en el mercado de quarterbacks en la próxima agencia libre, que se presenta apasionante. Para empezar, si al final está disponible Tony Romo, habrá bofetadas por él. Que nadie cuente con Kirk Cousins, porque terminará por firmar un contrato de larga duración si Washington acaba bien la temporada, o un año más como jugador franquicia si McCloughan sigue con dudas. Entre los que acaban contrato, Brian Fitzpatrick, Blaine Gabbert, Brian Hoyer o Case Keenum, parecen los mejores, pero no transmiten ni una pizca de ilusión a casi nadie. Bears, Bills y 49ers intentarán traspasar a Jay Cutler, Tyrod Taylor y Colin Kaepernick, pero mientras el primero seguro que tendrá otra oportunidad, es probable que nadie se atreva a apostar por el segundo como titular, ni por el tercero para lo que sea. Si Griffin juega bien contra Bengals, Bills, Chargers y Steelers, no tiene ningún percance físico, y los Browns deciden ponerle en el mercado, podría convertirse en uno de los protagonistas de la próxima offseason.
En cualquiera de los casos, no será mala idea seguir con el rabillo del ojo lo que pueda hacer RGIII mientras comemos palomitas y disfrutamos de la carrera a muerte por entrar en postemporada. Como sucede cada año, la NFL se divide en las últimas semanas entre los que sueñan con el anillo, y los que ya están con la cabeza puesta en el próximo mes de septiembre.