¿Tiene Dallas el mejor ataque libra por libra de su historia?
Es difícil mejorar la ofensiva de los Cowboys entre 1993 y 1996, pero el ataque actual del equipo tiene potencial para ser considerado entre los mejores de siempre.
A nuestros padres les encantaba recitar alineaciones de equipos de fútbol como si fuera la carta de Reyes Magos. Era otra época en la que en las escuelas estaba bien visto aprenderse las cosas de memoria, y había un hábito y un placer en hacerlo. La gente se sabía los ríos, las montañas, los cabos, y por el camino caía la alineación de sus equipos favoritos.
Y así, de tanto escucharlo desde bebés, todos sabíamos que Kopa, Rial, Di Stéfano, Puskas y Gento formaron la mejor delantera de la historia de fútbol, algo que los aficionados del resto de los equipos negarán indignados mientras recitan su favorita, que coincidirá exactamente con la mejor del equipo de sus amores.
Si hablamos de NFL, muchos estarán de acuerdo en que uno de los mejores ataques de la historia lo formaron los Dallas Cowboys de 1993/1994. QB: Troy Aikman, RB: Emmitt Smith, FB: Darly Johnson, WRs: Michael Irvin y Alvin Harper, TE: Jay Novacek, LT: Mark Tuinei, LG: Nate Newton; C: Mark Stepnoski, RG: Kevin Gogan/Derrek Kennard, RT: Erik Williams/Larry Allen. Parece imposible reunir más estrellas con el mismo uniforme sobre un emparrillado. Y para llegar a la Super Bowl XXVII (que ganaron a Buffalo), tuvieron que dejar por el camino a los Packers de Favre y a los 49ers de Steve Young, dos equipos que en aquel momento quizá también tuvieran el mejor ataque de su historia.
Por supuesto, no quiero decir que ese equipo de Dallas tuviera la mejor ofensiva de siempre. Aunque sí podría entrar en el debate en ese momento. Más tarde llegaron los Rams de 1999, los Patriots de 2007, los Vikings de 1998, o incluso los 49ers de 1994, para abrir una discusión que podría alargarse hasta el infinito.
Volviendo a los Cowboys de 1993/1994, cuatro jugadores de su ataque están ahora en el Hall of Fame: Troy Aikman, Michael Irvin, Emmitt Smith y Larry Allen. En una NFL en la que no existía el límite salarial, Jerry Jones no reparaba en gastos para reunir un grupo de jugadores casi inmejorable que ganó tres Super Bowls en cuatro años, que bien podían haber sido cuatro en hilo de no mediar un tal Steve Young y unos increíbles 49ers.
Sin embargo, quizá haya llegado un equipo capaz de destronar a aquel bloque mítico como mejor ataque de la historia de los Cowboys. Es verdad, es pronto para afirmarlo, pero los mimbres están ahí y los resultados empiezan a llegar. Será difícil que el bloque se mantenga íntegro en esta NFL en la que el límite salaria impide los Dream Teams, pero la euforia ha llegado a Dallas y, más allá de títulos, que previsiblemente llegarán, se nos antoja difícil imaginar un grupo ofensivo que libra por libra mejore el que están reuniendo.
Quarterback: Dak Prescott
Sentar a Tony Romo, uno de los mejores quarterbacks de la NFL en el siglo XXI, para darle el relevo a un novato, podría parecer una locura. Y más suponiendo que Romo, independientemente de sus problemas físicos, mantenga el talento y la genialidad de siempre. Sin embargo, Prescott ha irrumpido como un quarterback serio y seguro, y se ha integrado perfectamente. Tal vez hoy sea el eslabón más débil, pero si sigue jugando así, será el quarterback franquicia de los Cowboys durante muchos años.
Running back: Ezekiel Elliott
La NFL ha redescubierto el juego de carrera con un corredor cuya elección con el cuarto pick del draft fue muy criticada y que está demostrando cada domingo que podía haber sido el número uno perfectamente. A pesar del Emmitt Smith, no es muy habitual que un running back pueda jugar en la élite durante muchos años, pero si Elliott es capaz de mantener el nivel actual durante algunas temporadas, entrará en las quinielas de los mejores de la historia. No solo es que corra; bloquea en el backfield como un jugador de línea y hasta tiene buenas manos. ¿MVP en su temporada de rookie?
Receptores: Dez Bryant, Cole Beasley y Terrance Williams
Es posible que Dez Bryant sea el mejor receptor contemporáneo menos valorado. Mitos como Julio Jones, Larry Fitzgerald, Antonio Brown o A.J. Green oscurecen un poco su legado, pero el de Dallas tiene un talento innato para conseguir big plays y lapas en las manos para coger los balones más difíciles. Parece que el resto de receptores no está a su altura, pero Cole Beasley ha irrumpido como un tornado. Tiene unas manos de oro, consigue muchas yardas tras la recepción, y tiene el perfil de esos nuevos receptores de slot pequeños, muy rápidos, y capaces de romper la cintura a media secundaria, que tan de moda y tanto éxito están teniendo en la actualidad. Terrance Williams no está al nivel de ambos, pero como tercero en discordia suele aparecer cuando hace más falta.
Tight end: Jason Witten
probablemente entraría en la quiniela de los 5 mejores tight ends de todos los tiempos, y ya es aspirante a entrar en el Hall of Fame. Pero lo más increíble es que ahora, a los 34 años, está viviendo una segunda juventud, convirtiéndose en el cinturón de seguridad preferido por Prescott.
Línea ofensiva: LT – Tyron Smith; LG – Ronald Leary; C – Travis Frederick; RG – Zack Martin; RT – Doug Free.
Es curioso que cuando se busca la mejor línea ofensiva de todos los tiempos, en la mayor parte de los rankings aparecen sobre todo formaciones de los70’y80’. Las más modernas que suelen nombrarse suelen ser la de los Cowboys del 93/94, y la de los Broncos del 98/99. Por tanto, estamos hablando de que Dallas tiene, sin ninguna duda, la mejor OL de los últimos 20 años, y que quizá podría competir por el trono de todos los tiempos con aquella mítica de los Raiders que formaron Otto, Upshaw, Shell, Buehler y Bob Brown. Excepto Buehler, todos están en el Hall of Fame. si siguen jugando así, Tyron Smith, Travis Frederick y Zack Martin van por el mismo camino. Lo mejor es que Doug Free, la teórica oveja negra, no desentona en absoluto. El que sí estaba decepcionando era La’el Collins, pero ahora está en ‘injury reserve’ y Ronald Leary, jugador no drafteado de 2012, por culpa de una lesión degenerativa que auguraba una carrera corta y problemática, le está supliendo de maravilla. Hasta el punto que podría birlarle el puesto para los restos.
Todavía es muy pronto para meter a este ataque entre los mejores de todos los tiempos, pero ya escala puestos de honor en la historia de una franquicia que siempre ha sentido devoción por la ofensiva. Seguro que si el ‘Equipo de America’ termina la temporada conquistando el ansiado Lombardi, este se convertirá en uno de los grandes debates del largo trayecto por el desierto de la offseason.