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Audiencia TV

El domingo que la NFL (y Estados Unidos) necesitaba

Las audiencias televisivas del fin de semana fueron espectaculares y recuperaron el nivel habitual de la liga tras una dura campaña electoral.

PITTSBURGH, PA - NOVEMBER 13: The Dallas Cowboys lineup for a kickoff in the second quarter during the game against the Pittsburgh Steelers at Heinz Field on November 13, 2016 in Pittsburgh, Pennsylvania.   Justin K. Aller/Getty Images/AFP
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Justin K. AllerAFP

¿Oís ese suspiro de alivio? Es la NFL soltando todo el aire que llevaba aguantando desde el comienzo de la temporada con las audiencias televisivas. Estas habían bajado en torno al 15% respecto al año pasado y aunque de puertas afuera no había preocupación lo cierto es que en un negocio de estas dimensiones cada estornudo se convierte en una gripe.

Una de las hipótesis más extendidas para explicar la caída de seguimiento del pasatiempo favorito de los norteamericanos es que habían encontrado otra cosa igual de violenta, agresiva, despiadada y competitiva con la que entretenerse: las elecciones presidenciales. Además, este año contaba con un auténtico villano como protagonista, Donald Trump, y eso siempre vende mucho. Que, por ejemplo, la CNN, haya aumentado un 90% su audiencia este año indica bien a las claras a dónde había ido el grueso del americano medio con su mando a distancia.

La otra hipótesis en orden de verosimilitud es que la NFL había programado tantos partidos malos y/o con equipos con una base social disctuble en horario estelar que eso había echado para atrás al espectador casual, poco interesado en las sutilezas de la defensa de los Chiefs o el doble tight end con full back de los Falcons.

Ambas posibilidades fueron eliminadas este domingo y, oh, sorpresa, la audiencias volvieron a su cauce natural.

La liga puso dos partidazos a degustación de un pueblo harto y cansado de las elecciones y que necesita curar heridas a gran velocidad, por lo que se lanzó ávido a la propuesta: nada menos que un Dallas Cowboys-Pittsburgh Steelers seguido de un New England Patriots-Seattle Seahawks. Dos duelos estelares. Tres franquicias de una historia descomunal y uno de los más grandes del siglo. Estrellas por doquier.

El Patriots-Sehawks fue el partido más visto en un Sunday Night Football de la NBC, sumando streams de internet, de la historia de la cadena si excluimos los playoffs. El Cowboys-Steelers fue aún mejor, siendo el partido más visto del año y superando ámpliamente a su homólogo del año pasado en la misma jornada.

La crisis, al menos de momento, ha quedado cicatrizada.

Esto no es una tendencia, claro, que para eso hacen falta varias semanas consecutivas con estos números, pero sí que parece dar la razón a las dos hipótesis antes expuestas que explicaban la caída de audiencia de la NFL. Baste añadir, para ahondar aún más en ellas, que el partido de Fóxboro tuvo menos audiencia que el de Dallas. Claro, competía con la entrevista que la CBS le hizo al presidente electo, Donald Trump... tanto la NFL, como parece que el país en su conjunto, necesitaban este respiro.