Matt Ryan presenta su caso hacia el Salón de la Fama
El quarterback de los Falcons de Atlanta goza, al momento de su mejor temporada. ¿Será suficiente para llevarlo hasta Canton?
Si han vivido en una cueva las últimas nueve semanas, les tengo una noticia impactante. De entre todos los quarterbacks que no fueron suspendidos por desinflar balones o destruir teléfonos, Matt Ryan ha sido el mejor de la temporada.
Por mucho. Aunque los Raiders digan lo contrario.
Sí, Derek Carr tiene credenciales ante potencias de la talla de los Saints, Titans, Chargers y Jaguars, que no espantan a nadie ni en Halloween. Ryan, por otro lado, ya se midió a Panthers, Broncos, Seahawks y Packers, así que por el momento Carr no está ni en la conversación. La pelea ni siquiera es en el mismo peso.
Con números capaces de descomponer una calculadora, o por lo menos a mí ya se me acabaron las bolitas del ábaco, Ryan va en camino a su mejor temporada estadística. Pero, ¿qué tal si también ya comenzó su trayecto a Canton, Ohio?
Imposible, dirán algunos. Descabellado, dirán otros. ¿Qué ha ganado Ryan y por qué habría de ser considerado? Se preguntará la mayoría.
Pues hasta el momento tiene el mismo número de anillos que Dan Fouts y Dan Marino, así que la sortija no es requisito a la inmortalidad y a Matty Ice le quedan algunos años más para conseguirla, especialmente si hace de Julio Jones su mejor amigo y pueden comprar algo de defensa, aunque sea por eBay.
Lo que pasa es que Ryan lanza demasiados pases, es producto de su época y de los sistemas actuales. No es un ganador, lo acusarán
Entonces que alguien me responda ¿Por qué demonios tiene más yardas aéreas en sus primeras nueve temporadas como titular que el mismísimo Aaron Rodgers, quien es considerado como una garantía para ponerse la chaqueta dorada a cinco años de su retiro? Bueno, olvidémonos de Rodgers, tiene más que un tal Peyton Williams Manning.
Y ya que estamos en esto, sigamos con las comparaciones, siempre tomando en cuenta que todas las cifras a continuación son en las primeras nueve temporadas como titular, a cambio de las ocho y media que tiene Ryan.
Matt Ryan tiene dos pases completos más que Peyton Manning con 47 intentos menos. Su porcentaje de pases completos es mejor, hasta ahora, que el de Manning y el de Marino, y está a puntos porcentuales del de Rodgers.
No, esos números son de relleno, dirán.
De acuerdo, una vez que termine la temporada 2016, Ryan habrá lanzado al menos mil yardas más de las que tuvo Peyton. Ah, y también muchas menos intercepciones que él o Dan Marino, considerados de manera general entre dos de los mejores 10 pasadores de la historia. Lo que está haciendo el quarterback de Atlanta no es poca cosa.
No estoy diciendo que Matt Ryan sea la novena maravilla del mundo, siendo la octava los picks de DeTocho. Lo que quiero decir es que Ryan cuenta con tan buenas credenciales como cualquiera para ingresar al Salón de la Fama al finalizar su carrera.
Para poner en perspectiva sus números, hay que considerar que siempre ha jugado detrás de una línea ofensiva incapaz de proteger a nadie, imagínense lo que podría hacer sin 140 kilos de tackle defensivo respirándole en la nuca, o viéndolo feo como a Cam.
El peor pecado de Matt Ryan es jugar en un equipo sin arraigo ni tradición. De lo contrario se valorarían sus 24 regresos en el último cuarto (uno más que Manning y solo 14 por encima de Rodgers) o las 31 ofensivas para ganar un partido, que también encabezan el comparativo entre los otros tres pasadores mencionados.
Y si después de leer el párrafo anterior existe quien acuse a Ryan de no ser un ganador, es porque no hay peor ciego que el que no quiere ver. Simplemente estamos hablando del responsable de cinco de las 15 temporadas ganadoras que ha gozado Atlanta desde su fundación en 1966, y aún le queda media temporada para aumentar esa cifra a seis.