Fijado para dentro de un año el inicio del juicio del FIFAGate
Se iniciará el 6 de noviembre de 2017 en Nueva York. El soborno va desde los derechos de TV hasta la compra de mundiales.
La Fiscalía de Estados Unidos ha fijado el juicio por el FIFAGate para dentro de un año. El fiscal Evan Norris ha citado a los acusados el 6 de noviembre de 2017 en los juzgados de Nueva York. Antes espera conseguir “acuerdos de culpabilidad” de los acusados, por ahora 42 personas.
En la actualidad, los imputados son 13 exdirigentes de la CONCACAF (Chuck Blazer, Jack Warner, Eduardo Lí, Jeffrey Webb, Rafael Callejas, Alfredo Hawitt, Costas Takkas, Julio Rocha, Reynaldo Vasques, Rafael Salguero, Ariel Alvar, Brian Jiménez y Héctor Trujillo) y otros 15 de la CONMEBOL (Nicolás Leoz, Eugenio Figueredo, Luis Bedoya, Manuel Burga, Ricardo Texeira, José María Marín, Rafael Esquivel, Sergio Jadué, Juan Ángel Napout, Marco Polo del Nero, Luis Chiriboga, Eduardo de Luca, Romer Osuna, Jose Meiszner y Carlos Chávez).
La corrupción se localizó fundamentalmente en América y el Caribe. Estados Unidos cree que los sobornos superaron los 250 millones de euros. Abarcan desde la compra de derechos de televisión hasta votos para el Mundial.
Para enriquecerse, los federativos y miembros de la FIFA afectados utilizaron empresas e intermediarios. Entre las que están acusadas hay otras 14 personas, entre ellas los empresarios argentinos Hugo y Mariano Jinkis, libres en su país aunque con la condición de no poder alejarse más de 50 kilómetros de los juzgados de Buenos Aires, y el norteamericano Aaron Davidson, presidente de ‘Traffic USA’.
Las secuelas del FIFAGate provocaron otro terremoto en el fútbol que acabaron con la inhabilitación de los expresidentes de la FIFA, Joseph Blatter, y de la UEFA, Michel Platini, así como con la del secretario general de la Federación Internacional, Jerome Valcke. Los dos primeros fueron reemplazados por Infantino y Ceferin, y el tercero por la senegalesa Fatma Samoura.
Al margen de la fecha fijada para la vista, la Fiscalía de EE UU aseguró que sigue trabajando y que las investigaciones “no están cerradas”.