Carolina y Arizona irreconocibles 9 meses después
Lejos de lo que fue la última vez que se enfrentaron, Panthers y Cardinals enfrentan en un duelo que podría ser considerado“loser goes home”.
Que la NFL es una liga en la que las cosas, equipos y jugadores cambian radicalmente en cuestión de un parpadeo es algo bien conocido. Pero difícilmente alguien hubiera pronosticado que Carolina y Arizona sufrieran un cambio tan drástico. ¿Qué tan grave es? Una derrota en este partido dejaría a cualquier equipo con un pie fuera de posibilidades de postemporada.
La última vez que ambos equipos se encontraron venían de eliminar a Green Bay y Seattle, los dos equipos más constantes en la Conferencia Nacional en el último lustro, para pelear por el derecho a ir al Super Bowl 50.
24 de enero. Un partido que prometía ser para la memoria. La ofensiva de Arizona de alto octanaje, contra la infranqueable defensa de Panthers. El desarrollo del partido fue más disparejo de lo esperado, pero ambos terminaron la temporada con sensaciones positivas, pensando que podríamos volver a verlos en esta instancia en 2017. Pero que sabe uno sobre la NFL.
Equipos predecibles
La ofensiva de Arizona de 2015 parecía imparable, llena de herramientas a disposición para acabar a sus rivales por distintos ángulos. Eso parece haber sido hace 3 años. Bruce Arians ha perdido un poco de esa mística que lo ha llevado a ser considerado uno de las grandes mentes ofensivas de los últimos años. El plan de juego depende de lo que un (gran) David Johnson pueda hacer, que no es poco, y lo que Larry Fitzgerald pueda generar en el juego aéreo.
La defensa de Carolina, que era el punto más fuerte del equipo la temporada pasada, actualmente es la novena peor de la liga.
A esta altura de 2015, Panthers no había permitido más de 23 puntos en 7 juegos, mientras en esta temporada ya llevan 3 incluidas dos vergonzosas actuaciones de 38 y 33 puntos. Ser la sexta peor defensiva por aire, demuestra que Josh Norman valía el dinero que pedía y que Rivera no se podía permitir perderle. Afortunadamente, la ofensiva vertical de Palmer no parece estar carburando tampoco. El problema es la defensiva a la que enfrentarán.
Ésta temporada, Carolina es una máquina de entregas de balón. Es el segundo equipo que más lo hace en la liga. Y, como no, Arizona es la segunda defensiva que más balones arrebata a sus rivales.
La semana de descanso seguro habrá servido a Ron Rivera para ajustar, a Newton para afinar y a la defensiva para apretar. Porque seguro en su planificación de pretemporada no tenían pensado jugarse la temporada en la semana 8 y de aquí al final, parece que 3 derrotas serían un lujo que podría dejarlos sin postemporada por primera vez desde 2012.