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NFC Norte desde dentro

¿Qué pasa en Minnesota con Laquon Treadwell?

Norv Turner, coordinador ofensivo del equipo, ya ha salido diciendo que Treadwell será un jugador importante este año.

¿Qué pasa en Minnesota con Laquon Treadwell?
USA TODAY Sports

Tras el fallo de Blair Walsh en ese field goal de wildcard frente a los Seahawks, una de las primeras decisiones de la franquicia morada fue deshacerse de Mike Wallace. El excelente año del por aquel entonces rookie Steffon Diggs, y la mala campaña del propio Wallace, facilitaba la decisión y dejaba la posición de wide receiver como la primera opción a reforzar en el draft. Así fue, y cuando llegó el turno de elección a nadie sorprendió que la gorra de los Vikings fuese a parar a uno de los dos o tres mejores prospects que se presentaban en 2016. Laquon Treadwell se convertía en ese receptor que necesitaba Teddy Bridgewater para que, junto a Diggs, pudiera mover las cadenas por aire y no solo por tierra con el gran Adrian Peterson. Treadwell estaba listado como un receptor con un gran físico, alguien que podía bajar balones divididos y que aseguraba posesión a un equipo que necesitaba también de alguien que pudiese jugar rutas profundas. Esto último era la gran duda que había con él desde un principio, pero su capacidad para ganar yardas después de la recepción parecía paliar esa circunstancia.

Pues bien, después de cinco partidos, y de seis semanas de competición, Treadwell no ha tocado el balón nada más que en un retorno para cero yardas, ya que se limitó, solamente, a pararlo. Solo ha estado en tres de los cinco partidos disputados por los Vikings y su participación se basa en haber jugado 12 de los 206 snaps que se lanzaron en esos tres encuentros. Cero recepciones y cero pases enviados en su dirección. Invisible.

Desde los primeros entrenamientos, el staff técnico vio las dificultades que tenía con su route-running. Cómo corría sus rutas, la poca separación generada en ellas y algo de falta de velocidad, quedaron en evidencia en los training camps y todas estas deficiencias fueron refrendadas en los partidos de pretemporada.

Mike Zimmer ha dejado claro que lo primero para él es el equipo y que no se casa con nadie. La vitola de primera ronda no afecta lo más mínimo a un entrenador old school. El año pasado, Trae Waynes también fue la primera elección de los Vikings en el draft y pasó la mayor parte del curso viendo y aprendiendo, lo que tiene que ser un cornerback en esta liga, desde la banda. Steffon Diggs, titularísimo ahora mismo y hombre fundamental en el juego aéreo de los de Minnesota, no jugó un solo snap hasta que Zimmer comprobó que estaba preparado, así que hasta la semana cuatro no pudimos verlo en acción.

Es decir, Treadwell tiene que mejorar para poder jugar, ya que nadie le va a regalar nada en esa franquicia. Además, los resultados obtenidos por Zimmer, tanto en el número de victorias, como en el desarrollo de casi todos sus jugadores a lo largo de estos dos años y pico con él al mando, le dan la razón y avalan cada decisión que toma.

Norv Turner, coordinador ofensivo del equipo, ya ha salido diciendo que Treadwell será un jugador importante este año. Que ha progresado y que se está adaptando al ritmo de trabajo y a lo que le exige su entrenador. Para Turner, el rookie va por buen camino y lo veremos más pronto que tarde. Aunque la verdad es que la irrupción de Adam Thielen en los dos últimos partidos, y el incremento de los snaps a Cordarrelle Patterson, ponen un poco más difícil la situación al bueno de Treadwell.

Los Vikings, ahora mismo, tienen las ideas muy claras y es un equipo que se ve en constante evolución. A pesar de las lesionas tan importantes que han sufrido, siempre han ido encontrado la solución a cada problema. Ni mucho menos hay un problema con Treadwell, pero sigue siendo raro que aparezca tan poco en el emparrillado. Nadie mejor que Zimmer para saber qué es lo mejor para sus chicos, así que no se sorprendan si la productividad del rookie sea buena el día que empiece a recibir balones. Él es un chico con talento y su entrenador es uno de los mejores en toda la NFL. Esa combinación no puede salir mal, así que la historia tendrá final feliz. Seguro.