Jacksonville ganó in extremis en la charlotada de Chicago
Los Jaguars anotaron 17 puntos de carambola en el último cuarto después de haber hecho el ridículo sin parara durante los tres cuartos anteriores.
Hay partidos que deberían pararse en un momento dado, para obligar a todos los jugadores a escribir 200 veces en una pizarra “no volveré a portarme mal sobre el emparrillado”, tras lo cuál, se debería poner el reloj a cero y volver a empezar. Y así todas las veces que haga falta hasta que al menos uno de los dos rinda como es debido.
Bears y Jaguars disputaron un partido horrible. Penoso. En un principio solo se salvaba Hoyer, que completaba casi todos sus pases, con Jeffery omnipresente, pero sin que esa conexión sirviera para abrir una gran diferencia en el marcador. De hecho, los primeros que estuvieron llamando a la puerta del touchdown fueron los Jaguars, que en su primera serie llegaron hasta la yarda uno de Chicago para que Bortles lanzara una intercepción espeluznante.
Tras el error clamoroso del quarterback visitante, su equipo simplemente desapareció del campo, mientras Chicago se adelantaba 10-0 primero con un field goal de 36 yardas de Barth, y después con una carrera de una yarda de J. Howard, que pese al touchdown es absolutamente incapaz de correr con el balón con un mínimo de peligro.
Tras ese touchdown se desató el infierno para el aficionado. Los tres y fuera se sucedían, pero no por actuaciones estelares de la defensa, sino porque los ataques eran estremecedores. Puro Halloween adelantado sin trucos ni tratos que valieran. A palo seco.
Y así transitaba un choque convertido en charlotada hasta que Hoyer reorientó la mirilla y supo llevar a su equipo hasta la yarda 5 rival para que Barth anotara otro field goal (13-0). Y eso que a esas alturas Jeffery ya había desaparecido y era Cameron Meredith el que acaparaba todos los focos. El receptor de segundo año terminó con 113 yardas en 11 recepciones, pero eso no fue suficiente para que sus Bears se llevaran la victoria.
No es que los Jaguars resucitaran. Más bien fue una sucesión de desdichas y penalizaciones la que terminó con una carrera de una yarda de Ivory que dejó el marcador 13-7 sin que nadie entendiera muy bien cómo había conseguido el equipo de Jacksonville llegar hasta la end zone rival. De hecho, Borltes siguió haciendo el ridículo hasta sufrir un sack con fumble que devolvió el balón a Chicago que casi de inmediato anotó otro field goal (16-7).
Sin embargo, los Bears llevan todo el año mostrándose incapaces de cerrar partidos y otra vez terminaron sepultados por su incompetencia. A falta de ocho minutos y medio, y dos anotaciones por arriba, dejaron que el quarterback rival despertara y condujera a su equipo hasta la yarda 12 rival para que Myers anotara in field goal (16-10). Los Jaguars forzaron un tres y fuera y poco después Bortles se sacara de la manga un pase de 51 yardas a Benn que, tras el extrapoint, le daba la victoria a Jacksonville mientras los espectadores nos frotábamos los ojos incrédulos ante lo que estábamos contemplando. Quedaban aún casi tres minutos, pero los Bears se terminaron ahogando en su propia incompetencia ofensiva.
Visto lo visto, la afición de Chicago debe sentirse satisfecha por la victoria, quizá precipite la marcha de Fox, un entrenador que nunca les ha aportado nada. Y la de Jacksonville debe estar desolada. La victoria aumenta el crédito de un Gus Bradley que no parece hacer mucho más que contemplar el partido agachado y con el culo en pompa.
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