Nueva controversia de Trump: ahora con las conmociones
El aspirante a presidente de los Estados Unidos por el partido republicano ironizó sobre la política de la NFL respecto a las conmociones cerebrales por ser cosa de blandos.
No me gusta hablar de política. Y menos meterme en un jardín sobre las elecciones en EEUU. Que ya tenemos suficiente ración de política surrealista en España, como para añadir saltimbanquis al circo.
Aquí sabemos de sobra lo que es elegir entre susto o muerte, y ese es aparentemente el dilema. Aunque visto desde fuera, me quedo con la sensación de que gane uno u otra, al final gobernarán los mismos tecnócratas de siempre, y que lo de las últimas semanas es poco más que un show montado para quitarle audiencia a la NFL.
Y Trump, que se sube a un estrado como el que está en la barra del bar, arreglando el mundo con los amigotes mientras se sopla un gin tonic, hoy vio como a una de sus seguidoras, que le escuchaba en un mitin en Florida, le daba un soponcio y se caía redonda, desmayada. Aunque después del sofocón, recuperaba la conciencia y decidía seguir escuchando a su candidato favorito como una campeona.
En ese momento mágico, a Trump le pudo la euforia, se vino arriba, y soltó una de esas joyas sin pensar que tanto enfadan a todo el mundo cuando lo normal sería que provocaran hilaridad… o ganas de llorar.
“La mujer estaba inconsciente y ahora ha vuelto”. “¿Veis? A nosotros no nos van esas nuevas reglas de la NFL mucho más suaves. Conmoción ¡Oh! ¡¡Oh!!Tienes un pitido en la cabeza. No puedes jugar el resto de la temporada. No, nuestra gente es dura”.
No sé exactamente cuál fue la reacción del público del mitin de Trump. Sospecho que no quedaron estupefactos ante la burrada, sino que aplaudirían hasta que les salió humo de las manos, pensando que sí, que ellos son duros de verdad.
Más allá de la crítica a Trump, que está siendo encarnizada, la declaración produce una profunda tristeza. Sobre todo porque la soflama de un aspirante bocazas a presidente transmite cómo ve el problema de las conmociones parte de la sociedad americana (que en este caso no tiene que ver con uno u otro partido político). Para mucha gente la nueva política de conmociones es poco más que un paripé que demuestra que los jugadores se están volviendo blandos.
Y lo peor es que ese mismo sentir está instalado en la propia NFL. Muchos jugadores siguen escondiendo mientras pueden una posible conmoción. E intentan volver al campo a jugar cuanto antes, sin preocuparse por su salud y su futuro. Y el argumento es el mismo: “somos duros”.
El año pasado, Alejandro Villanueva contó en una entrevista para AS que el protocolo de conmociones en el ejército de los Estados Unidos era mucho más rígido que en la NFL. Sigue pareciendo que la liga no se está tomando el problema tan en serio como debía, enjuagando con maquillajes un problema en el que parece importarle más la reacción de la opinión pública que la salud de los atletas. Y estos, principales afectados, siguen intentando jugar aunque la cabeza se les haya vuelto del revés. Si los más interesados no acaban de coger el toro por los cuernos, nadie debería sorprenderse de lo sucedido hoy: que un metepatas confirme en un mitin que en EEUU todavía hay demasiada gente que piensa que las conmociones cerebrales son cosa de blandos.