Los New York Jets pierden a Eric Decker para toda la temporada
Una mala temporada para el equipo de Todd Bowles ha tomado un rumbo aún más preocupante con la pérdida de su segundo mejor receptor.
Cuando era pequeño jugaba mucho a la brisca con mi abuela. Era un juego sencillo que nos gustaba a ambos y nos entretenía las tardes de lluvia en Asturias, que no eran pocas. Como yo no barajaba excesivamente bien, los triunfos salían seguidos. Para que yo no supiera que era mi culpa, mi abuela siempre decía: "cuando empiezan a venir encartadas, no hay quien las pare".
A los New York Jets les están empezando a venir encartadas. Una temporada mala, tanto de sensaciones como, más importante aún, de resultados se ve ahora empeorada de golpe por una lesión con aspecto de trascendente: Eric Decker, receptor, se pierde el resto de la temporada.
Decker se lesionó en el hombro y hoy mismo ha pasado por el quirófano para reparar el daño. Ha sido incluído en la lista de lesionados que, este año, permite a un jugador en cada equipo volver tras ocho semanas de inactividad, pero con Decker no será necesario usar esa excepción ya que no se le espera de vuelta en los campos hasta el 2017.
El receptor brilló en sus primeros años en la liga en Denver, sobre todo en los que coincidió con Peyton Manning, por lo que se le consideraba un producto del quarterback. Cuando fue fichado por los New York Jets, en 2014, la especulación general era que su rendimiento bajaría y demostraría que no era para tanto. Se equivocaron.
Ha tenido dos buenos años en los Jets. El pasado consiguió 1027 yardas y 12 touch downs, amén de establecer una química con Ryan Fitzpatrick, su QB, y con Brandon Marshall, el WR principal del equipo, que les convirtió en una unidad muy peligrosa para los rivales y atractiva para los espectadores.
Esta temporada, en tan sólo tres partidos, ha conseguido la impresionante cifra de 21.6 yardas por recepción.
El equipo ha cargado el peso del ataque más en el receptor de tercer año Quincy Enunwa y a partir de ahora tendrá que hacerlo aún más. Y es que los New York Jets están teniendo un inicio de temporada horrible que no para de empeorar.