Barack Obama: "Las decisiones del COI, al igual que en la FIFA, son amañadas''
En declaraciones recogidas por El Informador, el presidente estadounidense cuestionó la honestidad del organismo olímpico a la hora de elegir las sedes de los Juegos Olímpicos.
Mientras Estados Unidos y el mundo miran con expectación las elecciones presidenciales de este 8 de noviembre entre Hillary Clinton y Donald Trump, Barack Obama aprovecha sus últimos meses en la oficina oval de la Casa Blanca para reflexionar sobre los ocho años de su mandato. De los muchos momentos destacables, el presidente actual desveló que hay uno que no logra digerir: la dolorosa y clara derrota de Chicago en primera ronda de votaciones como ciudad sede para los Juegos Olímpicos de 2016. Para él, el culpable es el Comité Olímpico Internacional, al que considera “similar a FIFA” y “bastante corrupto”.
En una extensa entrevista con New York Magazine, el comandante en jefe recordó su viaje a Dinamarca en octubre de 2009 y el posterior “festejo” de sus rivales políticos en Estados Unidos. Al expresarse sobre la férrea oposición que ha sufrido estos años por parte del partido Republicano, usó de ejemplo a los dos grandes organismos deportivos: “Probablemente, el mejor ejemplo sea cuando Chicago fue ciudad sede para los Juegos Olímpicos de 2016. Una candidatura muy potente viajó hasta Copenhague con Michelle (Obama) y me llamaron con muy poco tiempo de antelación para sugerir que me uniese. Me aseguraron que teníamos muchísimas posibilidades y que seguramente iba a merecer la pena el viaje. Entonces, me planté ahí para luego ver que las decisiones del COI son similares a las de la FIFA, bastante corruptas”.
En el mismo discurso de Obama ante los miembros de COI se podía percibir de que la candidatura de Chicago se trataba de algo muy personal para él: “Les pido que elijan a Chicago por el mismo motivo que lo hice yo hace más de 25 años. En esa ciudad de la que yo me enamoré y me adoptó como ciudadano propio, en la que además conocí a mi hermosa mujer a la que acaban de escuchar, Michelle”. Pero el discurso del Premio Nobel de ese mismo año, quizá el político más carismático del planeta, no persuadió a los miembros votantes.
Obama recordó así el varapalo de la eliminación olímpica de su ciudad: “No logramos ni siquiera pasar del primer corte, pese a tener el mejor proyecto y cumplir con todos los requisitos posibles”. Tokio cayó en la siguiente ronda y, después, Madrid. Pero lo que más le dolió y asombró fue el recibimiento que le brindaron sus rivales políticos y medios de comunicación conservadores: “De regreso, ni siquiera habíamos aterrizado y grandes facciones del partido Republicano estaban celebrando la derrota olímpica como una victoria política para ellos”.
A Obama, esta alegría de sus detractores por el fracaso de una ciudad estadounidense le pareció “extraña”. En la entrevista considera el fracaso de Chicago como uno los cinco momentos clave de su presidencia, los otros siendo: Cuba, el derrame de petróleo de BP, el surgir de los drones y Obamacare (nuevo sistema de sanidad).