Carrera infinita por las Wild Cards en la Liga Americana

La caza a los dos comodines de la Liga Americana vivirá momentos emocionantes en este penúltimo fin de semana de temporada regular. La batalla involucra todavía muchos equipos. Pero vamos con orden.

Los títulos divisionales

Primero es importante subrayar que las tres coronas divisionales están a punto de ser entregadas. Los Boston Red Sox han barrido los Yankees en Fenway Park, la última vez que pasaron la escoba encima de los neoyorquinos en una serie de 4 fue en el año 1990, y luego han repetido la hazaña en Camden Yards. En el año 1967 había pasado por última vez que las Medias Rojas completaron un par de series con barrida de cuatro. Un bullpen estratosférico, una media de carreras limpias que es la mejor de la Liga Americana en el mes de septiembre y un ataque que sigue siendo demoledor han permitido a los pupilos de Farrell el vuelo rumbo a la cima de la AL Este con 5 partidos y medio de ventaja sobre los Azulejos.

En la Al Central los Indians, aparentemente imbatibles en su feudo, están muy cerca de festejar el título. Los Vigilante de Texas podrán ya hacerse con el laurel de la AL Oeste esta noche. Red Sox, Cleveland y Texas lucharan de cara al mejor récord de la Liga que permitiría jugar toda la postemporada con el factor cancha a favor. Detalle de gran importancia si nos fijamos sobre todo en las estadísticas de los Indians y de los Rangers siendo anfitriones y visitantes. Los Red Sox empezaran esta noche una serie contra los Rayos, mientras que los Indians ejercerán como convidantes contra los White Sox y los Texas Rangers viajarán hasta Oakland.

Comodines

Y ahora miramos la lucha por las dos Wild Cards. Toronto lidera la carrera situándose un partido por encima de los Tigers de Detroit que ahora obtendrían el segundo boleto. Atrás, siguen vivos cuatro equipos, excluyendo los Reales y las Medias Blancas que necesitarían de auténticos milagros. Los Orioles están a medio encuentro de Detroit, los Astros a 1.5, mientras que los Marineros y los Yankees se encuentran respectivamente a 2 y a 3. Vamos analizando las series que protagonizarán estos conjuntos.

Toronto Blue Jays – New York Yankees

Seguramente la batalla que promete más es la que figurarán los Blue Jays y los Yankees. Esta noche Liriano intentará bloquear el ataque muy amenazador de los neoyorquinos y, pese a que el zurdo está lanzando discretamente, no será un reto sencillo. Los locales tendrán en frente a Mitchell, que en su último viaje a la lomita no ha hecho nada transcendental contra los Red Sox. Mañana, Stroman, en el medio de una mala racha, procurará volver a la columna de los triunfos desafiándose a C.C. Sabathia. El veterano de los Bombarderos del Bronx acaba de protagonizar una derrota agotadora contra Boston, mientras que Stroman no está lanzando mal, sencillamente está sufriendo el momento muy negativo del ataque canadiense. El domingo, Estrada, que históricamente tiene buenos números contra los Yankees aspirará a repetir la admirable obra que protagonizó en Anaheim. Pineda, su oponente, brilló en su último partido contra los canadienses a mediados de agosto. El lunes, los canadienses pondrán en liza a J.A. Happ, que ya ha llegado a la veintena de triunfos contra un pitcher que todavía no está determinado por parte de los Bombarderos del Bronx.

Baltimore Orioles – Arizona Diamondbacks

Los Baltimore Orioles, en plena crisis, podrán encontrar en el calendario una ayuda preciosa. Competirán contra los Arizona Dbacks, una novena a priori muy inferior. Esta noche, Yovani Gallardo será el lanzador que tratará acabar con la afanosa racha de los suyos. El pitcher de los de Phoenix será Shelby Miller, horrible su temporada, que se enfrentará por primera vez en su carrera al cuadro de Maryland. El día siguiente, Wade Miley, que sufrió una lesión la semana pasada tendrá que buscar una continuidad que nunca ha tenido a lo largo del curso. Arizona confiará en Ray que ha registrado ya más que 200 ponches en la temporada, el cuarto pitcher en la historia de la organización en alcanzar esta plusmarca. El domingo, Dylan Bundy se retará a Braden Shipley. Bundy está claramente en su momento más problemático en lo que va del curso mientras que Shipley está compitiendo muy bien.

Detroit Tigers – Kansas City Royals

Los Detroit Tigers recibirán a los vigentes campeones del mundo, los Reales de Kansas City. El duelo de esta noche entre Duffy y Fullmer parece favorecer ligeramente a los visitantes. De hecho, Fulmer no gana un encuentro desde hace un mes. La carga física y mental de la temporada como novato quizás está apareciendo en el momento tópico del año. Duffy fue efectivo en su último partido, una victoria contra Chicago. El sábado Norris, que a principios de este mes ya lanzó muy bien contra Kansas City, se enfrentará a Ventura que el lunes lanzó su primer juego completo de la campaña. El domingo interesante batalla entre Boyd y Volquez. El pitcher de los locales se encuentra en forma deslumbrante como hemos comprobado en su última actuación en Minneapolis, mientras que Volquez tiene las armas para ganar a cualquier equipo.

Houston Astros – Los Ángeles Angels

Por ultimo encontramos la serie entre los Houston Astros y los Angels. A priori una cita que debería aventajar a los locales. Cuidados, sin embargo, con el primer encuentro. Doug Fister está pasando por una época espantosa, en cambio, Alex Meyer, está dejando sensaciones magnificas. No obstante, fue golpeado duramente por los Astros en un encuentro disputado en agosto. El sábado Chacin, sobresaliente en sus últimos tres apariciones se medirá a Peacock, que está respondiendo bien como substituto de la estrella local Dallas Keuchel. El domingo, el novato Joe Musgrove intentará proseguir su magnífico momento enfrentándose a Daniel Wright, un contrincante bastante vulnerable.

Tras este fin de semana quedarán solamente 7 días y quizás 1 o 2 más si los 162 encuentros no serán suficientes para establecer quien bailará también en el mes de octubre. Cada bateador, cada lanzamiento, cada detalle puede decidir todo. Afortunados nosotros que podemos disfrutar de un espectáculo inmejorable.