Sigue la plaga de lesiones en los Vikings: ahora Sharrif Floyd
El defensive tackle se une a Teddy Bridgewater (QB), Adrian Peterson (RB) y Matt Kalil (LT) en la lista de bajas de un equipo que parece maldito esta temporada.
Definitivamente, una maldición persigue a los Minnesota Vikings de 2016. En pretemporada perdieron para todo el año, y quizá para más tiempo aún, a Teddy Bridgewater, su quarterback titular, que se destrozó la rodilla sin que mediara contacto alguno; en la segunda semana de competición fue Adrian Peterson, su corredor titular, y abanderado de la franquicia durante la última década, el que sufría una lesión de menisco que le mantendrá al menos tres meses de baja, aunque algunas fuentes aseguran que no se recuperará a tiempo para volver este año; y en ese mismo partido fue Matt Kalil, su tackle izquiero, otra posición clave, el que cayó lesionado para toda la temporada por un problema de espalda. Solo esas lesiones serían suficientes para acabar con las esperanzas de cualquier franquicia.
Sin embargo, la lista se ha ampliado con la baja de Sharrif Floyd, defensive tackle titular, y uno de los pilares de la defensa, que hasta ahora se había librado de la epidemia. El jugador se dañó la rodilla izquierda en el primer partido de temporada, no saltó al campo en el segundo, y ha sido operado hoy jueves. Según Mike Zimmer, entrenador de los Vikings, la operación consistió simplemente en una limpieza del cartílago, pero el retorno de Floyd no tiene fecha, y conociendo sus problemas de rodilla podría dilatarse bastantes semanas en el tiempo.
No hay que olvidar que el tight end MyCole Pruitt y su cornerback número 1, Xavier Rhodes, también se perdieron la semana 2 ante los Packers, y también por lesiones de rodilla.
Soluciones in extremis
Por ahora, los Vikings han sido capaces de parchear con éxito sus bajas. El quarterback Sam Bradford, fichado de urgencia tras la lesión de Bridgewater, jugó el mejor partido de su carrera en su debut con Minnesota frente a los Packers. Adrian Peterson ya fue suplido en el pasado durante toda una temporada por McKinnon y Asiata, que están muy lejos del nivel del corredor, pero juntos pueden hacer un buen trabajo desde el backfield. La baja de Kalil, que tras ser elegido en el draft de 2012 con el pick 4 de primera ronda nunca ha rendido al nivel esperado, será cubierta por T.J. Clemmings, un jugador de segundo año. En realidad, Clemmings se ha convertido en comodín desde su llegada a los Vikings, porque en su año de rookie fue titular en 16 partidos en el tackle derecho después de que Phil Loadholt se lesionara en el hombro en pretemporada. De hecho, Zimmer insistió hace pocos días en que realizó una gran pretemporada como sexto hombre de la línea y es una solución mejor que cualquiera de las que hay disponibles en el mercado.
El agujero que deja Sharrif Floyd también parece complicado de llenar. En el último partido Shamar Stephen y Tom Johnson se repartieron el trabajo, y aunque los Packers no corrieron demasiado, Eddie Lacy sí hizo daño con sus carreras interiores. Pese a todo, el front seven de Minnesota es tan potente que puede maquillar esa baja.
El otro dilema para los Vikings comienza a estar en la profundidad de su vestuario. Ni su línea ofensiva, ni la defensiva, se pueden permitir muchas más bajas porque en la banda se están quedando sin talento.
El proyecto de los Vikings de 2016 era de los más ilusionantes de toda la NFL. Llegaban a la temporada como uno de los outsiders a los que no hay que perder de vista, pero Zimmer va a tener que hacer magia para que su equipo sea competitivo si no termina de una vez la plaga de lesiones que asola al vestuario.