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Redskins 23 - Cowboys 27

Prescott encontró a Bryant y los Cowboys ganaron a los Redskins

El quarterback de Dallas fue más agresivo, Ezekiel Elliott fue más efectivo pese a sus fumbles y los Redskins siguen sin encontrar el nivel de juego de 2015.

Prescott encontró a Bryant y los Cowboys ganaron a los Redskins
Patrick SmithAFP

En la NFL hay pocas rivalidades como la que enfrenta a Cowboys y Redskins. Por muy mal que estén los dos, la intensidad es máxima. Y esta vez, además, el encuentro era muy importante para ambos. Los Cowboys empezaron la temporada perdiendo y ahogándose en un mar de dudas, y las cosas no estaban mucho mejor para los Redskins, que en la primera semana ante los Steelers fueron poco más que una caricatura de si mismos.

Desde muy pronto se vio un propósito de enmienda general. Los Cowboys empezaron jugando muy bien en ataque, con Prescott mucho más vertical que hace siete días, encontrando una y otra vez a Dez Bryan que, como Antonio Brown la semana pasada, intentaba rehuir la zona que defendía Josh Norman. De hecho, Prescott cargaba el juego sobre su lado izquierdo, y solo miraba a la derecha con jugadas de engaño o de pantalla, casi siempre con mucho éxito.

Por el camino, Ezekiel Elliott era mucho más sólido que contra los Giants, percutía con éxito contra endeble defensa contra la carrera de los Redskins, y aunque al principio no conseguía demasiadas yardas por intento, acaparaba suficiente atención como para facilitar mucho la labor de su quarterback.

Con ese guión, los Cowboys anotaban un field goal en su primera serie, y Ezekiel Elliott un touchdown en la segunda (0-10). Dallas movía el balón con éxito y hacía correr el reloj, mientras los Redskins parecían igual de empanados que la semana pasada.

Sin embargo, la defensa de Dallas no está para muchos trotes y los capitalinos contaban con un arma que les faltaba la semana pasada. Matt Jones no tuvo una actuación espectacular, pero cerró lo suficiente el front seven de los Cowboys, que durante todo el partido se creó un agujero en la zona de nadie de la secundaria tejana, por el que se empezaron a colar una y otra vez los pases de Cousins. El quarterback, que empezó igual de inseguro e impreciso que en la semana 1, poco a poco se fue entonando y le hizo un roto a sus rivales conectando con sus tight ends, en esa zona entre los linebackers y la secundaria que los Cowboys fueron incapaces de cubrir en todo el partido. Vernon Davis y Jordan Reed campaban a sus anchas y no tardó en llegar un touchdown de Matt Jones, tras una cabalgada de15 yardas, que equilibró el marcador (7-10).

La primera mitad terminó con el mismo guión, mientras ambos equipos anotaban sendos fieldgoals (10-13), pero demostrando también que tanto Prescott como Cousins conseguían llegar con cierta facilidad a la zona roja, pero ahí se les acaban las ideas para firmar un touchdown.

Los Redskins empezaron la segunda mitad mucho más entonados. En su primera serie Cousins conectaba con Crowder para touchdown, después de seguir bombardeando la zona de nadie de la defensa de Dallas como en la primera mitad (17-13). Los Cowboys devolvían el golpe después de una serie majestuosa de Elliott, que, curiosamente, culminaba Prescott con una carrera de6 yardas(17-20). Field goal de Hopkins en el siguiente drive, y empate a 20 en el marcador. Se mascaba la tensión y todo apuntaba a que el duelo no se decidiría hasta el último segundo.

De inmediato, llegó un error que pudo costarle el partido a los tejanos. Elliott perdía el balón y el fumble era recuperado por Josh Norman, que a esas alturas había dejado de ser un cornerback que tiene su oficina a la derecha del quarterback rival. Ante el destrozo que les estaba haciendo Dez Bryant, que terminó el partido con siete recepciones y102 yardas, Jay Gruden decidió bajarse del burro, hacer lo lógico, y poner a su cornerback estrella a perseguir hombre a hombre al receptor estrella rival.

Los Redskins no supieron sacarle partido al error de Elliott, y tuvieron que conformarse con un field goal, después de recuperar el balón en la yarda 9 rival (23-20). Se ponían otra vez por delante, pero sin dar a sus rivales un golpe de gracia.

El choque circulaba a mil por hora, la tensión se cortaba y Ezekiel Elliot volvía a sufrir otro fumble, aunque esta vez era recuperado por un compañero. Y de lo que pudo ser la puntilla para los visitantes, se pasó a una carrera de cuatro yardas para touchdown de Alfred Morris, que volvía a poner a los Cowboys por delante (27-23) en el toma y cada en que se había convertido la batalla.

Quedaban casi cinco minutos y los Redskins lo intentaron todo para conseguir el touchdown de la victoria, pero Cousins no consiguió ni una conexión profunda, y terminó intentando un ‘Hail Mary’ que acabó aterrizando en ninguna parte. Los Redskins siguen con sus dudas, tras una inesperada asegunda derrota consecutiva, mientras Prescott y Elliott empiezan a encontrar su sitio en el ataque de los Cowboys.

En la NFL hay pocas rivalidades como la que enfrenta a Cowboys y Redskins. Por muy mal que estén los dos, la intensidad es máxima. Y esta vez, además, el encuentro era muy importante para ambos. Los Cowboys empezaron la temporada perdiendo y ahogándose en un mar de dudas, y las cosas no estaban mucho mejor para los Redskins, que en la primera semana ante los Steelers fueron poco más que una caricatura de si mismos.

Desde muy pronto se vio un propósito de enmienda general. Los Cowboys empezaron jugando muy bien en ataque, con Prescott mucho más vertical que hace siete días, encontrando una y otra vez a Dez Bryan que, como Antonio Brown la semana pasada, intentaba rehuir la zona que defendía Josh Norman. De hecho, Prescott cargaba el juego sobre su lado izquierdo, y solo miraba a la derecha con jugadas de engaño o de pantalla, casi siempre con mucho éxito.

Por el camino, Ezekiel Elliott era mucho más sólido que contra los Giants, percutía con éxito contra la endeble defensa contra la carrera de los Redskins, y aunque al principio no conseguía demasiadas yardas por intento, acaparaba suficiente atención como para facilitar mucho la labor de su quarterback.

Con ese guión, los Cowboys anotaban un field goal en su primera serie, y Ezekiel Elliott un touchdown en la segunda (0-10). Dallas movía el balón con éxito y hacía correr el reloj, mientras los Redskins parecían igual de empanados que la semana pasada.

Sin embargo, la defensa de Dallas no está para muchos trotes y los capitalinos contaban con un arma que les faltaba la semana pasada. Matt Jones no tuvo una actuación espectacular, pero cerró lo suficiente el front seven de los Cowboys, que durante todo el partido se creó un agujero en la zona de nadie de la secundaria tejana, por el que se empezaron a colar una y otra vez los pases de Cousins. El quarterback, que empezó igual de inseguro e impreciso que en la semana 1, poco a poco se fue entonando, y le hizo un roto a sus rivales conectando con sus tight ends, en esa zona entre los linebackers y la secundaria que los Cowboys fueron incapaces de cubrir en todo el partido. Vernon Davis y Jordan Reed campaban a sus anchas y no tardó en llegar un touchdown de Matt Jones, tras una cabalgada de 15 yardas, que equilibró el marcador (7-10).

La primera mitad terminó con el mismo guión, mientras ambos equipos anotaban sendos fieldgoals (10-13), pero demostrando también que tanto Prescott como Cousins conseguían llegar con cierta facilidad a la zona roja, pero ahí se les acaban las ideas para firmar un touchdown.

Los Redskins empezaron la segunda mitad mucho más entonados. En su primera serie Cousins conectaba con Crowder para touchdown, después de seguir bombardeando la zona de nadie de la defensa de Dallas como en la primera mitad (17-13). Los Cowboys devolvían el golpe después de una serie majestuosa de Elliott, que, curiosamente, culminaba Prescott con una carrera de 6 yardas (17-20). Field goal de Hopkins en el siguiente drive, y empate a 20 en el marcador. Se mascaba la tensión y todo apuntaba a que el duelo no se decidiría hasta el último segundo.

De inmediato, llegó un error que pudo costarle el partido a los tejanos. Elliott perdía el balón y el fumble era recuperado por Josh Norman, que para entonces había dejado de ser un cornerback que tiene su oficina a la derecha del quarterback rival. Ante el destrozo que les estaba haciendo Dez Bryant, que terminó el partido con siete recepciones y 102 yardas, Jay Gruden decidió bajarse del burro, hacer lo lógico, y poner a su cornerback estrella a perseguir hombre a hombre al receptor estrella rival.

Los Redskins no supieron sacarle partido al error de Elliott, y tuvieron que conformarse con un field goal, después de recuperar el balón en la yarda 9 rival (23-20). Se ponían otra vez por delante, pero sin dar a sus rivales un golpe de gracia.

El choque circulaba a mil por hora, la tensión se cortaba y Ezekiel Elliot volvía a sufrir otro fumble, aunque esta vez era recuperado por un compañero. Y de lo que pudo ser la puntilla para los visitantes, se pasó a una carrera de cuatro yardas para touchdown de Alfred Morris, que volvía a poner a los Cowboys por delante (27-23) en el toma y cada en que se había convertido la batalla.

Quedaban casi cinco minutos y los Redskins lo intentaron todo para conseguir el touchdown de la victoria, pero Cousins no consiguió ni una conexión profunda, y terminó intentando un ‘Hail Mary’ que acabó aterrizando en ninguna parte. Los Redskins siguen con sus dudas, tras una inesperada asegunda derrota consecutiva, mientras Prescott y Elliott empiezan a encontrar su sitio en el ataque de los Cowboys.