A Jeff Fisher y a los Rams no les espera un final feliz
El entrenador del 'nuevo' equipo de Los Angeles está a punto de convertirse en el que más derrotas acumula en la historia de la NFL. Pasará en breve.
La exhibición de los Rams del lunes por la noche fue digna del canal del Congreso y lo ha sido desde hace mucho tiempo, 12 años para ser preciso. Pero siendo justos, solo las últimas cuatro soporíferas temporadas son responsabilidad de Jeff Fisher.
El mismo Jeff Fisher al frente de la exhibición de 28-0 en contra del lunes, el mismo que ha estado en dos mudanzas distintas, el mismo que tiene apenas seis temporadas ganadoras en 22 años como entrenador en jefe, el mismo que hace dos días se convirtió en el tercer coach con más derrotas en la historia de la NFL.
Antes de comenzar a pensar maneras para justificar a Fisher tómese un segundo para pensar en eso: tercer coach con más derrotas en la historia de la NFL.
Y va en un curso de colisión hacia la marca de todos los tiempos, Fisher (169-157-1) solo necesita nueve exhibiciones como las del lunes para rebasar a Tom Landry (250-162-6) y Dan Reeves (190-165-2), claro que con mucho menos triunfos, y más preocupante sin un futuro quarterback que ponga en duda su camino hacia la ignominia.
De acuerdo a lo mostrado el sábado, las únicas armas con la que cuentan los Carneros son Todd Gurley y el florido vocabulario de Aaron Donald. Case Keenum tiene la capacidad ofensiva de un oso de felpa y los Rams están amarrados a él o a Sean Mannion. ¿Quién? Exacto.
Los Rams tienen a otro quarterback, Jared Goff, la primera selección global del pasado draft. Pero cada vez resulta más difícil comprender o justificar ese reclutamiento si en verdad no lo querían. Al menos a corto plazo, ni Fisher ni el gerente general Les Snead tienen planes para Goff.
Lo peor es que los Rams invirtieron sus selecciones de primera ronda, dos segundas y una tercera de draft en 2016, así como la primera y tercera en 2017 tan solo para garantizar que nadie les ganara al quarterback que no quieren utilizar porque saben que no está listo.
Para empeorar la situación, la falta de resultados podría obligar a la gerencia a imponer su voluntad y apresurar la llegada de Goff a la titularidad, lo que posiblemente solo interrumpa su aprendizaje sin alterar drásticamente el desempeño del equipo.
La llegada a Los Ángeles inició como la posibilidad de un nuevo comienzo para un equipo que no conoce los playoffs desde 2004, pero ni siquiera en Hollywood se puede concebir un final feliz para esta temporada.
Los Rams están en el peor de los escenarios, sin un presente claro y con un futuro incierto.