Gary Sánchez, la nueva joya que ilusiona a los Yankees
El dominicano de 23 años es el jugador que ilusiona a los neoyorquinos que andaban trastocados con las marchas de Alex Rodríguez y Mark Teixeira.
Una temporada difícil, como hemos relatado en incontables ocasiones, para los aficionados de los Yankees. Sin embargo, parece que la figura de los jóvenes pegadores se ha puesto muy de moda en la MLB. Primero Kris Bryant la temporada pasada, y esta temporada Trevor Story. Ahora de nuevo este año, el dominicano Gary Sánchez.
Sin embargo este último ha sido el más tempranero en conseguir un total de 11 cuadrangulares en las Grandes Ligas, necesitando últimamente la friolera de 23 partidos. Eso provoca que el jugador de los Yankees se esté convirtiendo en una referencia ofensiva para el equipo del Bronx que tan malos momentos está viviendo en los últimos años, y con más ahínco esta temporada donde ve que ha descarrilado su tren por la División Este de la Liga Americana.
Ahora es cuando los Yankees deben cuidar a su estrella. Les hablaba la semana pasada del problema que estaban teniendo los Dodgers de Los Angeles con el caso de Yasiel Puig, pues este debe ser un antónimo para la franquicia neoyorquina.
Gary Sánchez debe ser un referente para los Yankees estas temporadas que se avecinan. No va a ser fácil la andadura de esta franquicia estos años que pintan todo de color verde con todo su presupuesto y las grandes intenciones de fichar a los mejores agentes libres del panorama internacional. Es una transición complicada y Gary Sánchez puede hacer que la junta gerencia se ahorre un dinero en un jugador muy apto como está demostrando en las Grandes Ligas.
Desde las Ligas Menores, y en concreto desde la Triple A, se veía que era un jugador con un potencial ofensivo tremendo. Diestro, con carro de leña y que pega estacazos al jardín central con suma facilidad. Y por supuesto, no solo eso. Es un jugador que ofensivamente es capaz de pegar muchos imparables para remolcar carreras, no es el típico pegador dominicano de jonrones.
Gary Sánchez devuelve la ilusión a la fanaticada del Bronx que llegaba a estas alturas de temporada con la moral muy baja después de un año muy difícil, y malo, de su equipo.