De la Cruz consigue el primer triunfo español y es nuevo líder
El ciclista del Etixx-Quick Step, natural de Sabadell, de 27 años, remató una fuga de doce corredores en el Alto del Naranco y es maillot rojo con 22 segundos sobre Nairo.
David de la Cruz logró la primera victoria española en la Vuelta 2016 tras rematar una escapada en el tradicional Alto del Naranco. El catalán del Etixx-Quick Step obtuvo además un premio doble porque se enfundó el maillot rojo con 22 segundos de ventaja sobre Nairo Quintana. Cuarta llegada en alto de la presente edición y cuarto triunfo de una fuga. Entre los gallos no hubo esta vez pelea, pero este lunes esperan los Lagos de Covadonga: palabras mayores.
El Naranco mantiene un idilio con una fecha: el 6 de mayo. Ese día se estrenó la cima ovetense como meta de la Vuelta, allá por 1974, con un histórico triunfo de José Manuel Fuente, El Tarangu, uno de los mejores ciclistas españoles de todos los tiempos, un hombre que fue capaz de crear inseguridades en el mismísimo Eddy Merckx. Fuente subió aquel día el puerto embutido en el maillot amarillo. También un 6 de mayo, pero en 1989, nació David de la Cruz Melgarejo, en Sabadell. A sus 27 años, el catalán ha logrado su primera victoria profesional en una cima clásica y, además, también se ha vestido el maillot de líder, que en estos tiempos es de color rojo.
Si no conoces a De la Cruz y te lo topas con la gorra del Etixx-Quick Step calada, poco o nada le diferencia de un ciclista belga o centroeuropeo. Y menos cuando empieza a repartir abrazos a Niki Terpstra, rudo ciclista neerlandés vencedor de la París-Roubaix, y a Zdenek Stybar, ese checo triple campeón mundial de ciclocross. Este es el perfil de compañeros con los que convive De la Cruz, en un equipo con mayor tradición de clásicas y adoquines que de grandes vueltas y puertos. El catalán no lo ha debido hacer mal desde que fichó en 2015, porque acaba de renovar su contrato. De la Cruz debutó como profesional en el Caja Rural con 20 añitos, luego estuvo dos campañas en el NetApp-Endura alemán (actual Bora-Argon) y ahora se hace mayor en Bélgica.
El nuevo maillot rojo remató la repetitiva escapada de todos los días. Las cuatro llegadas en alto se han resuelto igual. Esta vez, al menos, el desenlace de la jornada fue más entretenido. El recorrido hasta el Naranco pasó por cuatro puertos (uno de segunda y tres de tercera), lo que exigía un mayor nivel entre los aventureros que en días precedentes. Entre los doce destacados había galgos con pedigrí como Frank, octavo en el Tour 2015, o Luis León, De Gendt, Geniez, Clarke y Bakelants, todos ellos ganadores de etapa en grandes vueltas. El triunfo, sin embargo, no se jugó entre estos nombres, sino entre el emergente De la Cruz y un treintañero, Devenyns. Ambos serán compañeros la próxima temporada en el Etixx, por cierto.
El día anterior, en La Camperona, al menos sí hubo batalla entre los gallos detrás de la escapada. En el Naranco, ni eso. La principal novedad en la general, por decir algo, es que Darwin Atapuma ha bajado dos puestos y ya es octavo. Y que Alberto Contador volvió a sobrevivir a sus heridas. Este lunes, en los Lagos de Covadonga, con el Fito como puerto previo, la tendencia de esta Vuelta debería cambiar. Por Lucho Herrera, por Pedro Delgado o por el bien del ciclismo.