¿Cómo afrontan los Redskins la próxima temporada NFL 2016?
McCloughan sigue haciendo plantilla a su ritmo, pero necesitarán la mejor versión de su quarterback para que este proyecto no solo sea ilusionante, sino también creíble.
Su apuesta por Kirk Cousins es bonita, pero arriesgada
Señoras y señores, tengo el placer de recordarles que Kirk Cousins va a cobrar este año 19,953 millones de dólares. Uno detrás de otro. Y que nadie se escandalice, ese señor se merece todos y cada uno de ellos, porque mientras gritaba a quien le quería escuchar “¿¡¡Os ha gustado!!?”, resucitaba de sus cenizas a una franquicia que empezó la temporada 2015 con Scot McCloughan recién llegado como general manager, dispuesto a llevarse por delante a todo bicho viviente, excepto a Dan Snyder, porque ese no se deja.
Vale, podemos aceptar que la clave no fue Cousins. Que Jay Gruden fue fiel a su filosofía y le funcionó, que muchas de las elecciones del primer draft de McCloughan rindieron a buen nivel, pero la realidad es que el equipo fue profundamente irregular todo el año, alternando grandes actuaciones con ridículos espantosos. Eso sí, llegó diciembre, se subió a una ola de locura transitoria, y ganó cuatro partidos seguidos que llevaron a la franquicia a postemporada y desataron la euforia sobre el actual proyecto.
Dicho lo cual, la defensa de los Redskins fue horrorosa y necesitaba urgentemente ser reforzada durante esta offseason. Como primera medida dieron un puñetazo en la mesa y tiraron de chequera por Josh Norman, y algún otro back menor. Y como les supo a poco, en segunda ronda del draft eligieron a Su’a Cravens (S) y en tercera a Kendall Fuller (CB). Casi un monográfico de secundaria. Ya se sabe que cuando McCloughan se pone, se pone. Hasta que agota el tema.
Los demás refuerzos fueron más repartidos: Josh Doctson, en primera ronda, formará junto a DeSean Jackson, Garçon y Reed un grupo de receptores casi inmejorable. Para acabar, un defensive end y un linebacker en rondas medias quizá sean poca inversión para un front seven que tiene poco talento y que el año pasado no acabó de funcionar, pese a que se reforzó con veteranos en la agencia libre. Sorprende que no se hayan metido más a fondo en el asunto, e incluso hayan tenido más bajas que altas.
Los Redskins llegan a la temporada 2016 con optimismo y la ambición de llegar a postemporada, una secundaria reinventada, un buen corredor joven en Matt Jones y unos receptores que quitan el hipo, pero aunque todo eso funcione a las mil maravillas, necesitarán que Kirk Cousins siga preguntando a todo el mundo si “¿¡¡Os ha gustado!!?” verle jugar. Talento no le falta, pero es indispensable un año más de buen juego para que él termine de creer definitivamente en si mismo, que al final ese ha sido su mayor problema hasta ahora.
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Las tres claves del equipo por Alberto Zaragoza
1 Tras mucho tiempo los Washington Redskins parecen por fin haber conseguido una estabilidad en la franquicia. La confianza en Jay Gruden está dando sus frutos, falta confirmar si el Kirk Cousins de 2015 fue un ‘one year wonder’ o realmente pueden pensar en él como su quarterback franquicia.
2 La secundaria como clave es un factor que se repite constantemente en la NFC Este. En el caso de los Washington Redskins, y tras el partido de postemporada contra los Green Bay Packers, es motivo de máxima urgencia. Josh Norman debe demostrar que no era sólo un producto del sistema de los Panthers.
3 Matt Jones está en una posición privilegiada tras la salida de Alfred Morris. Con esa línea ofensiva y el juego aéreo del que disponen los Redskins (DeSean Jackson, Doctson, Garçon y Reed), el corredor de segundo año puede ser una de las claves y también sorpresas del año en la NFL.