La infancia de LeBron James no fue fácil. Criado solo por su madre Gloria, el actual MVP de las Finales vivió en Akron con un pie siempre en casa ajena. Y fue gracias a las amistades que forjó en St. Vincent - St. Mary con Sian Cotton, Dru Joyce, Willie McGee y Romeo Travis, lo que permitieron al alero de los Cavaliers crecer tanto en lo deportivo como en lo humano. Sin ellos, sería difícil que su futuro hubiera sido este. Por eso, siempre tiene cerca a ese grupo tan selecto y celebra los grandes momentos con ellos. Para muestra, esta comida juntos, en el que el trofeo Larry O'Brien presidía la mesa.