GRUPO F | HUNGRÍA 3 - PORTUGAL 3
Cristiano la rompe y clasifica a Portugal como tercera
Un doblete del delantero del Madrid clasifica a Portugal, que se medirá a Croacia en octavos, salvando el lado oscuro del cuatro.
Es posible que entre los minutos 46 y 61 se viera en Lyon el mejor partido de la Eurocopa. Fue una locura. Cuatro goles se firmaron, dos por equipo, con actuación estelar de Cristiano Ronaldo, que remontó el vuelo como un auténtico líder, marcando de taconazo espectacular y de cabezazo imponente para mantener a Portugal en la competición. Por fin el crack pudo gritar su “Siiiiiuuuuuu” con merecimiento, descargando adrenalina, veneno y rabia.
Portugal y Hungría habían llegado a la ducha en tablas, con un pulso abierto entre la técnica lusa y la tremenda fuerza física magiar. Gera abrió el marcador de grandioso zurdazo, ahogando a los de Fernando Santos, que se veían fuera de la Euro. El susto pasó cuando Cristiano empezó a calentar el turbo. Tardó en pillarle el truco al enemigo, pero anunció su resurrección con un par de buenos disparos al portero del ‘pijama’ Kiraly y con una asistencia diabólica a Nani que valió el empate.
Hasta ahí la película resultó entretenida, con cierta intriga y la posibilidad de que muriera el protagonista, porque Portugal volvía a dejar demasiadas dudas. Sin Quaresma en el once, no terminaba de cuajar la esperada superioridad de Portugal sobre Hungría. Es verdad que apretó el acelerador más que en los dos días anteriores, también que dio destellos en pies de André Gomes y Joao Mario, pero desprendía un aroma de inseguridad muy inquietante.
A la vuelta del descanso, aún sin el público de vuelta a los asientos, Dzsudzsak pegó un zurdazo en falta directa que tras dar en André Gomes se la tragó Rui Patricio. Fue como el chupinazo de San Fermín para Portugal y Hungría. De pronto reinó el caos sobre la hierba de Lyon. Los dos equipos se desataron en quince minutos a bayoneta calada.
Cristiano apretó los dientes y fue a por todas. Solo dos minutos después entró en el área buscando un balón cruzado y de fantástico taconazo lo desvió al palo contrario, dejando a Kiraly boquiabierto. Era, probablemente, el gol de la Eurocopa. La genialidad que Portugal reclamaba a su ídolo. Otra vez él había sacado del apuro a su país. Pero... Cuatro minutos después Dzsudzask repitió gol casi con idéntica factura, esta vez tocando el balón en Nani. Rui Patricio volvía a cazar mariposas, víctima de un mal de ojo.
Fernando Santos sintió muy apretado el nudo de su corbata. Portugal coqueteaba con la eliminación. Tomó una decisión acertada: Quaresma al campo por André Gomes y toque de corneta. Ganar o morir. Y el equipo entendió el mensaje, plantando batalla a Hungría con un gran Renato, Joao Mario enorme, Williams Carvalho crecido y la aparición en vuelo rasante de Cristiano para cabecear el 3-3 en el 61’. Fue un tramo de partido de vértigo, rubricado con un poste de Szalai que contribuyó a la locura.
Portugal mantuvo la garra y el buen fútbol hasta el final, aunque ya sin suerte frente al exótico Kiraly. El empate les valía a los dos equipos, aunque debían mantener un ojo en el Islandia-Austria para conocer rival. Y a Islandia se le ocurrió marcar en el 94’, descolgando a Portugal a la tercera plaza. Croacia les espera.