La avalancha bárbara

El Barça no está curado. No es que lo que pasó en el Bernabéu fuera un espejismo, sino que no todos los partidos son perfectos.

Los alemanes han salido y han corrido como si no hubiera un mañana porque para ellos hoy era el partido de sus vidas. De hecho, hay aficionados teutones que han escrito a la directiva del Frankfurt diciendo que les habían fastidiado las vacaciones de Semana Santa.

Se prevé que más de 35.000 alemanes viajarán a Barcelona en una semana y que esperemos que solo animen y que no hagan nada más, además de beber cerveza y gritar.

Sobre el partido, cuando el esférico no bascula por Pedri el Barça se convierte en un equipo bueno, pero no excelente.

Su posición de interior derecho no le ha gustado y aun así han resistido y han conseguido empatar un partido que si hubiera acabado 3-1 tampoco no pasaría nada.

Lo que sí es verdad es que los catalanes han sido competitivos y sufrir también va en el sueldo.

No se pueden perder tantos balones y cuando las avalanchas bárbaras comienzan sus carreras, los azulgranas tienen que vestirse como Juan Nieve en Juego de Tronos y levantar la espada en la guerra de los Bastardos y decir “venid que os esperamos”.

Esperando que lo de Piqué no sea nada y recuerdo que son los partidos de la semana que viene los que hacen héroes y lo digo por Eric, Araujo, Gavi y Pedri.

Lo que hizo grande al Barça de Pep no fue Messi ni el tikitaka, sino que jugaron maravillosamente ganando como nunca se había hecho, es decir, aplastando al United y a la Juve en las finales de Champions.

Ojalá se gane la Europa League y se olvide su victoria en diez años ya que esto significaría que se ganaron muchas Champions, que es donde tiene que estar el Barça.