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¿Tiene Memo Ochoa lo que se necesita para ser un kicker en la NFL?

Guillermo Ochoa, portero del América y de la Selección Mexicana, se probó como pateador con los Houston Texans de la NFL.

Guillermo Ochoa lo hace ver fácil.

Invitado por los Houston Texans, el portero del América acepta el reto de intentar algunos goles de campo y resulta que no le va nada mal: conecta de 30, 35, 40, 50 y 55 yardas. En el de 60 yardas, el balón pega en la barra horizontal de los postes.

Nada mal, Memo, nada mal.

Sin embargo, eso no lo convierte en un candidato a kicker en la NFL. Ni cerca.

Todo tiene que ver con la técnica.

Para cada intento de gol de campo o punto extra, los pateadores de la NFL están a unas tres yardas del holder, quien recibe y acomoda el balón.

En el video se ve cómo Ochoa está hasta a cinco yardas del holder (el ex punter de los Texans, Shane Lechler). Eso no solo le da ventaja, sino que consume más tiempo del que se necesita para patear un gol de campo.

Memo usa la técnica de los porteros para hacer un despeje en el futbol, que obviamente les permite tomar más vuelo antes de hacer contacto con el balón.

La mayoría de los kickers de la NFL dan un par de pasos “largos” y uno corto antes de patear el ovoide. No pueden ser más porque eso le daría tiempo al equipo especial contrario de bloquear el intento.

Pero, no me quedé con la duda y le escribí a un experto en la materia, el expateador mexicano Raúl Allegre, campeón con los New York Giants en la década de los 80.

Le pregunté a Raúl si había visto el video de Memo y si pensaba que el portero de la Selección Mexicana tendría oportunidad de patear en la NFL.

“Con lo que vi en ese video, no. Su técnica es muy deficiente. Tendría que mejorar muchísimo”, comentó Allegre. “No es tan fácil hacer la transición. Muchos lo han intentado. En los 70 hubo ex jugadores de futbol que llegaron a la NFL, pero otros de renombre, Osvaldo ‘Pata Bendita’, por ejemplo, no pudieron”.

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El experimento Meola

Poco después de la Copa del Mundo de 1994, los Jets contrataron al portero de la selección de Estados Unidos, Tony Meola, para que hiciera los kickoffs. El equipo de New York tenía a Nick Lowery, un veterano de 38 años, cuya fuerza en la pierna había disminuido.

En un cambio de reglas, la NFL movió las patadas de salida de la yarda 35 a la 30, y por ello los Jets pensaron que Meola podría ayudarles con los kickoffs.

Sin embargo, el experimento fracasó. Meola nunca había pateado una balón de football y tampoco pudo depurar la técnica. Sus patadas no eran lo suficientemente elevadas para darle tiempo al equipo especial de llegar al regresador y tenía una tendencia de fallar el objetivo, por lo que se ganó el apodo de ‘Capitán Garfio’ (Captain Hook).

Después de su tercer juego de pretemporada, Meola fue cortado por los Jets y regresó al soccer.

Quédate en donde estás, Memo.