La espiral descendente de los Patriots los podría arrojar a los brazos de Caleb Williams
Para que la era de Bill Belichick se mantenga en New England, necesita conseguir un quarterback generacional en el próximo draft de la NFL
Semana a semana, los New England Patriots han podido superarse, pero para desgracia de sus aficionados lo hacen en un sentido contrario a la línea de éxito.
Si bien el equipo de Foxborough ya capturó una victoria que lo pone por encima de los Carolina Panthers (único conjunto sin triunfos), su desempeño se encuentra en una espiral descendente nunca antes vista bajo el control de Bill Belichick.
La tendencia de sus actuaciones en lo que va del calendario, se alinea con su total de puntos que partido a partido es menor (20,17,15,3,0).
La derrota 34-0 en casa contra los New England Patriots fue la segunda peor sin anotar un punto detrás del 52-0 que les propinaron los Miami Dolphins de 1972, único campeón invicto en la era del Super Bowl.
Por primera ocasión desde 2000 (primera campaña de Belichick), los Patriots se encuentran 1-4.
Como ya mencionamos, los Patriots aún no superan los 20 puntos en alguno de sus encuentros, un terreno pantanoso en el cual sólo estuvieron en las campañas de 1965, 1971 y 1955). La ofensiva tiene 10 pérdidas de balón.
La transición de Tom Brady a un quarterback franquicia ha estado lejos de ser exitosa en este punto con Mac Jones.
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Con TB12 los Patriots tuvieron récord de 219 victorias y 64 derrotas, un porcentaje de triunfo de .774.
Sin Brady: 80-92 con porcentaje de .465.
Jones no es el hombre que New England necesita para retomar su grandeza y Belichick lo sabe. Casi nadie en la historia conoce este juego de mejor forma que el hombre conocido como el Monje.
Es por eso que los Patriots tienen una vela prendida dentro de la detestable campaña 2023: Caleb Williams.
El quarterback de USC no sólo obtuvo el Heisman la temporada pasada, sino que ha sido una de las piezas fundamentales para que el programa de los Trojans vuelva a estar bajo los reflectores nacionales luego de años en la sombra por los castigos derivados de sus malas políticas en el reclutamiento de jugadores y los excesos permitidos a los atletas.
La última vez que los Patriots tuvieron la primera selección tuvieron que decidir entre Drew Bledsoe y Rick Mirer. La última vez que tuvieron una selección entre los cinco primeros fue un año después (cuarto en general), en 1994, que se convirtió en Willie McGinest.
Ambas fueron buenas apuestas para New England.
Caleb Williams es el mayor talento en la posición desde que Trevor Lawrance arribó a la National Football League. Va en camino a su segundo Heisman consecutivo y será un futuro quarterback franquicia para cualquier franquicia que lo tome. Los Patrios quieren ser ese equipo.
Williams en cinco juegos de esta temporada acumula 1,603 yardas, 21 pases de anotación y una intercepción.
Mac Jones ya lanzó seis intercepciones y sólo cinco pases de touchdown.
En búsqueda de la marca de Shula
El futuro de los Patriots se centra en qué tan malos pueden ser este año para conseguir y convencer a Williams de tomar los balones por debajo del centro en Gillette Stadium.
Belichick necesita 30 victorias en la temporada regular para superar a Don Shula en el liderato de todos los tiempos, con Jones seguro no llegará a esa cifra.
Shula tiene 347 victoris.