Un día sin inmigrantes: Así afectará la nueva ley de inmigración a los residentes de Florida

El 1 de julio entra en vigor una nueva ley de inmigración (S.B. 1718) en Florida. Esta legislación afectará a los inmigrantes indocumentados que viven en el estado, así como a los que intenten ingresar a la entidad.

En términos generales, la nueva ley antiinmigración afectará a los inmigrantes con un estatus migratorio no regulado en el ámbito laboral, de identificación, de transporte y de salud. No obstante, las consecuencias de la aplicación de esta ley también afectará al resto de la población, incluidos los no inmigrantes y ciudadanos estadounidenses que viven en Florida.

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Según el Florida Policy Institute, hay más de 390,000 trabajadores indocumentados que trabajan en el estado. Además, los hogares encabezados por inmigrantes en Florida pagan miles de millones de dólares en impuestos federales y estatales cada año. Por otro lado, como consumidores, los inmigrantes aportan anualmente $100,000 millones a la economía de Florida.

Tomando estos datos en cuenta, es claro que la economía resentirá la aplicación de esta ley en caso de que se sigan sumando los inmigrantes indocumentados que salen del ‘Estado del Sol’.

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Algunas de las consecuencias que también experimentarán todos los residentes de Florida incluyen un aumento en los costos de los comestibles, debido a una escasez de trabajadores, tanto en el sector de la agricultura, como en papeles centrales de la cadena de suministros. La escasez de trabajadores también se verá reflejada en esperas más largas en los restaurantes.

Por otro lado, debido a que las empresas y trabajadores sin documentos se verán afectados por la ley, se esperan dificultades para mantener a los empleados. Además, habrá menos opciones de vivienda a medida que los trabajadores de la construcción con un estatus migratorio no regulado huyan de Florida.

En términos generales, se espera una escasez de mano de obra en industrias vitales, como el turismo, la agricultura, la construcción, la hospitalidad y los restaurantes. Mientras queda poco tiempo para que la ley de inmigración entre en vigor, se esperan más protestas y huelgas de grupos que se oponen a la medida.