¿Cómo afectará el cierre del gobierno federal a los parques nacionales?
Las demandas de los republicanos frente a los recortes de gastos para aprobar la financiación federal están empujando al gobierno hacia un cierre total que afectará a los parques nacionales.
El gobierno de Estados Unidos está al borde de encarar una crisis sin precedentes. Los republicanos más conservadores de la Cámara de Representantes presionan por lograr duros recortes del gasto público, que de no lograr a un acuerdo se obligará a un cierre total del gobierno federal. Los legisladores tienen hasta el 30 de septiembre para aprobar o ampliar la financiación de 12 proyectos de ley de asignaciones para mantener funcionando todas las operaciones del gobierno. De no llegar a un entendimiento, las agencias recortarían operaciones y cientos de miles de empleados gubernamentales se quedarían sin trabajo ni sueldo.
En este hipotético caso, el personal y servicio de los parques nacionales se vería afectado. Ahora bien, la pregunta más trascendental reacería en si las joyas y monumentos naturales de Estados Unidos permanecerán abiertos o, de lo contrario, tendrán que echar el cierre. De cualquier manera, las economías locales alrededor de los parques, que dependen en su mayoría de los visitantes, probablemente también se verán afectadas.
¿Se cerrarán los parques nacionales si el gobierno echa la persiana?
La Casa Blanca ha dicho a las agencias federales que se preparen para la perspectiva de un cierre, pidiendo borradores de acción en caso de que se dé ese escenario, mientras presionan a los republicanos de la Cámara para que resuelvan sus diferencias. Si bien las posibles repercusiones de tal fracaso son innumerables, podría significar que sitios mantenidos por el gobierno federal, como los parques nacionales, se verían obligados a cerrar en los próximos días de manera indefinida.
Ninguna norma o ley exige que los parques nacionales cierren, pero la Ley Antideficiencia “prohíbe a las agencias federales obligar o gastar fondos federales por adelantado o en exceso de una asignación, y aceptar servicios voluntarios”. Eso significa que los niveles de personal tendrían que reducirse a sólo el personal esencial, recortándose los servicios de proveedores y otros actores sin peso.
Mantener abiertos los parques nacionales puede provocar daños al patrimonio nacional
Durante el cierre del gobierno de 16 días en 2013, Jon Jarvis, entonces director del NPS, tomó la decisión de cerrar los parques para evitar daños. La medida inmediatamente se convirtió en noticia de primera plana y fue llevado ante el Congreso para justificar su decisión. Sin embargo, todos, desde el presidente Obama hasta abajo, fueron criticados.
El incidente jugó un papel importante, al punto de que un alto miembro de la administración Trump tuvo que redactar un “plan de contingencia” antes del cierre del gobierno de 2018-2019, que terminó manteniendo abiertos los parques nacionales, pero a un costo muy grande. Durante ese cierre de 35 días, el más largo jamás registrado , los parques permanecieron abiertos pero con solo un equipo mínimo y servicios como mantenimiento y recolección de basura fueron suspendidos.
Esto resultó en numerosos problemas, desde acumulación de basura hasta daños a los sitios y robo de artefactos debido al bajo número de efectivos desplazados. Posteriormente, la Oficina de Responsabilidad Gubernamental (GAO) dictaminó que la acción era ilegal, pero esa opinión no era legalmente vinculante. La Casa Blanca había utilizado fondos de tarifas de entrada previamente recaudadas, pero aún no gastadas para mantener en funcionamiento las limitadas operaciones del parque.
No está claro qué hará la Administración Biden si la intransigencia de los republicanos de la Cámara de Representantes conduce a un cierre a partir de la medianoche del 1 de octubre. Jarvis comentó a la revista Outside que cree que la Casa Blanca estaría tomando la decisión correcta si cerraran los parques nacionales. Si bien no es una panacea para todos los daños que podrían ocurrir, ayudaría a prevenir gran parte de lo que se ha visto, algunos de ellos a largo plazo o incluso permanentes, resultantes de cierres anteriores.