Commander, el perro de Biden, expulsado de la Casa Blanca: ¿cuál será su futuro?
Elizabeth Alexander, directora de comunicaciones de la primera dama, ha anunciado que el pastor alemán “no se encuentra actualmente” en el recinto.
La Casa Blanca ha decidido despedir al pastor alemán Commander y expulsarlo de la residencia de los Biden por morder constantemente a sus compañeros, los miembros del personal del recinto, pero también a agentes del Servicio Secreto, que han reconocido al menos 11 mordeduras del ya experro del presidente del despacho oval. “Commander no se encuentra actualmente en el campus de la Casa Blanca. Se evalúan los próximos pasos”, ha explicado Elizabeth Alexander, directora de comunicaciones de la primera dama.
Con solo dos años de edad y los mismos de experiencia laboral, Commander llegó a la Casa Blanca como un regalo a Biden por parte de su familia. El presidente había perdido a su pastor alemán Champ tras 13 años de amistad canina, y sus allegados decidieron que para superar la pérdida, un perro saca a otro perro.
Pero, según recoge la CNN, las fechorías de Commander podrían ser más numerosas. El personal de la Casa Blanca asegura que las mordeduras del perro han sido más de 11 desde que llegó al recinto. De hecho, el jefe de comunicaciones del Servicio Secreto de EE.UU, Anthony Guglielmi, aseguró al medio citado que no hay un número concreto que recoja los ataques de Commander.
No es la primera vez que un pastor alemán se rebela en la Casa Blanca. Los Biden adoptaron en 2018 a Major, otro can que tuvo que ser trasladado a su residencia de Delaware tras un ataque a un miembro de la seguridad presidencial. Según la CNN, las rencillas entre los perros de Biden y el Servicio Secreto “ha revelado tensiones más amplias entre los Biden” y los agentes. Sin embargo, Guglielmi ha desmentido esa información.
“Sobre esto puedo decir con conocimiento de primera mano que es categóricamente falso. Existe un inmenso grado de confianza y respeto entre el Servicio Secreto y la primera familia y sabemos que esos sentimientos son mutuos”, ha señalado a la CNN. Otra fuente, desde el anónimato, ha asegurado al medio que el ambiente de trabajo era “hostil” y “peligroso” y que a algunos agentes se les ordenó evitar ciertas zonas de la Casa Blanca para no cruzarse con Commander y sus aspiraciones patrulleras.
Ni entrenadores ni veterinarios consiguen aplacar el espíritu de Commander
Aunque los Biden han intentado quitar hierro al asunto, lo cierto es que durante meses han contado con varios expertos entre los que no está César Millán para educar al perro. “Han estado trabajando diligentemente con el Servicio Secreto, con entrenadores, con veterinarios, con el personal de la residencia y otros en esto; lo han estado tomando muy en serio y durante meses”, ha señalado un funcionario a la CNN.
Pero no todo está perdido para los Biden y para Commander. Según Kathy Hessler, decana adjunta de educación jurídica sobre animales en la Facultad de Derecho de la Universidad George Washington, lo más sencillo es sacar al perro “temporalmente”, para ver si su comportamiento “puede mejorarse”. Salven al soldado Commander.