Michael Davis: "México es parte de mí, y yo soy parte de México"
Davis lleva tatuado en su pierna derecha a cuatro figuras icónicas en el ideario mexicano: Frida Khalo, Diego Rivera, Emiliano Zapata y Pancho Villa.
Nacido y criado en el sur de California, Michael Davis (Glendale, 1995) vivió con la lejanía física pero no cultural de sus orígenes mexicanos, que representaban para 1993 el 64.3% de la población hispana asentada en Estados Unidos (14.6 millones), según datos oficiales.
Ana Martínez, madre de Davis, emigró de Ciudad de México a los 30 años hacia el sur de California en busca de una mejor calidad de vida, formando ahora parte de los 12.3 millones de personas que salieron de México hacia el país vecino, de acuerdo con cifras correspondientes a 2018 del Consejo Nacional de Población.
Tímido y noble, según recuerdan sus profesores en la preparatoria, la infancia de Davis estuvo marcada por el apoyo su madre y la herencia cultural con la que se familiarizó a partir de los tres años, edad a la que viajó por primera vez hacia Ciudad de México.
Además de visitar lugares emblemáticos del sitio, según ha reconocido Davis para numerosas entrevistas, el esquinero de los Chargers también entró en contacto contro elemento cultural y de gran tradición en el país natal de su madre: el futbol, deporte que tiene su origen con la llegada de empresarios mineros ingleses al Valle de México en el Siglo XIX. Como acostumbran (o acostumbraban) los pequeños, Davis jugaba futbol en la calle. Su posición era portero.
Además de entrar en contacto con la gastronomía del lugar, misma que ahora le tiene un especial afecto, Pedro Martínez, su abuelo, le enseñó a leer y escribir en español. "Quería aprender español para comunicarme con los miembros de mi familia", dijo para ESPN en 2019. En un país donde el 77% de la población es profesa la religión católica, su abuelo le instruyó el idioma con ayuda de la Biblia, indicó Davis para The Orange County Register en 2019.
Construido el vínculo con su origen mexicano, Davis soñó con ser jugador de futbol para la Selección Mexicana. Sin embargo, al volver a Estados Unidos, sintió nuevamente el choque cultural. El impacto del futbol no fue el mismo que sintió en Ciudad de México, donde se jugaron dos finales de Copa del Mundo. La liga profesional de futbol en Estados Unidos, la Major League Soccer (MLS) jugó su primer partido un año después de que nació Davis, a diferencia de la National Football League, cuyo desarrollo ha estado vinculado a una larga tradición del país con partidos en Thanksgiving Day, por ejemplo. Naturalmente, sus compañeros, con quien pasaba gran parte de su día, jugaban football.
"Ella sabía que quería jugar football y practicar atletismo, pero algunas veces no había suficiente dinero. Siempre encontraría una forma para hacerlo funcionar. Lo único al respecto es que estaba solo de pequeño porque era hijo único. Nos veíamos para cenar, pero después de la escuela, quería a alguien de mi edad con quien hablar”, confesó para The Orange County Register.
[La media de ingresos anuales en hogares (no blancos) con madres solteras e hijos en 1993 era de 10,380 dólares, en comparación con los 36,670 dólares que se percibían en hogares de matrimonios (no blancos) con hijos.]
Así, Davis llegó a jugar football en Glendale High School, donde destacó en atletismo y el football. Esto le ameritó su entrada a Brigham Young University (BYU), de base mormónica. Tras cuatro años en BYU, el primero como receptor y los últimos tres como defensivo secundario, se ganó un sitio en el equipo de prácticas de Los Angeles Chargers en 2017.
Desde la mitad de campaña de 2018 —año en el que ingresó a los equipos especiales de los Bolts— a la fecha, Davis ha jugado 33 partidos como titular en los que suma cinco intercepciones, incluida una a Tom Brady en la Semana 4 de 2020 que devolvió 78 yardas hasta la zona de anotación.
El año anterior, previo al enfrentamiento de los Chargers y los Chiefs en el Estadio Azteca, en el que Davis saludó la bandera mexicana y entonó el himno nacional, anunció, en español y de espaldas al Palacio de Bellas Artes, las selecciones de su organización de la cuarta (Drue Tranquill) y quinta ronda (Easton Stick) del reclutamiento colegial.
De esta forma, Davis ha sido un embajador del football en el país de origen de su madre y del cual él mismo anuncia sentido de pertenencia: "México es parte de mí, y yo soy parte de México", dijo en entrevista con Rodolfo Landeros, de Fox Sports.