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Lo bueno, lo malo y lo feo de la semana 14 de la NFL

Las grandes individualidades dejaron su huella el domingo, pero fue una actuación colectiva la que se lleva los honores.

Estados Unidos
Las grandes individualidades dejaron su huella el domingo, pero fue una actuación colectiva la que se lleva los honores.
Ross D. FranklinAP

El 14to domingo de la temporada regular estuvo marcado por las grandes actuaciones individuales.

Por un lado, Jalen Hurts brilló en su primer inicio en la NFL con un triunfo ante unos enrachados Saints que cedieron el liderato de la Conferencia Nacional. Aaron Rodgers y Russell Wilson se combinaron para lanzar siete pases de touchdown por tan sólo 13 pases incompletos, pero ante Lions y Jets era más o menos lo que se esperaba. Y, para sorpresa de todos, Mitch Trubisky tuvo, por mucho, una mejor actuación que Patrick Mahomes o Tom Brady.

Por tierra, Derrick Henry aplastó a unos Jaguares que se quedaron sin manchas después de una actuación de 215 yardas en 26 acarreos con dos touchdowns, y dentro del mismo Sur de la AFC, Jonathan Taylor no se quedó atrás con 150 yardas en 20 oportunidades y un par de viajes a las diagonales.

En defensiva, Xavien Howard, Marcus Maye y Kenny Moore tuvieron intercepciones de las que podrían escribirse poemas épicos sin ningún problema, considerando su belleza y grado de dificultad. Aldon Smith devolvió un fumble 78 yardas a las diagonales por Dallas; con los Colts Khari Willis tuvo un touchdown de 50 yardas en devolución de intercepción y Haason Reddick y forzó tres fumbles con los Cardinals

Pero, ninguna de estas individualidades obtuvo los honores de lo mejor de la semana.

Lo Bueno

Con una ofensiva que apenas se mueve, iniciando el segundo ciclo de tres quarterbacks titulares —por lesión o baja de juego— y con un inicio de 1-5. Nadie se imaginaría que Washington pudiera competir en esta liga, ya no digamos ser líder divisional, incluso si esa división es el Este de la NFC.

Pero cuando se tiene una defensiva de ese calibre, todo es posible. El domingo quedó en evidencia.

Chase Young, segunda selección global del pasado draft, devolvió un fumble 47 yardas a las diagonales, Kamren Curl interceptó un pase de Nick Mullens y recorrió sin mayor complicación 76 yardas hasta la zona prometida y Washington se convirtió en el primer equipo con touchdowns defensivos de dos novatos desde los Rams en 2013.

Montado en una racha de cuatro victorias, la más larga en la franquicia desde 2016, Washington no ha permitido más de 17 puntos en ese lapso, de hecho, apenas ha otorgado 57 unidades en ese lapso. Si bien fue ante Brandon Allen, Andy Dalton, Mullens y unos sorprendentemente inoperantes Steelers, no deja de ser meritorio.

Es más notable aún al considerar las ineptitudes de una ofensiva que les brinda poco o nulo apoyo. El domingo ante San Francisco ganaron sin anotar un touchdown ofensivo fuera de casa por primera vez desde 1992. Y esa es la norma en la capital del país. El quarterback Alex Smith salió lesionado de la pierna derecha, en la que se sometió a 17 cirugías en los últimos dos años y Dwayne Haskins entró en su relevo.

Lo malo

En cualquier otra situación, Patrick Mahomes estaría en la cima de esta lista. ¿Dijo Patrick Mahomes? Sí, Mahomes. Con tres intercepciones —por apenas la segunda ocasión en su carrera— y una hilarante/ridícula captura para pérdida de 30 yardas, el quarterback de Kansas City reunía todos los requisitos.

Pero siendo Mahomes, también tuvo dos pases de touchdown, casi 400 yardas, un triunfo y el mejor récord de la liga, credenciales suficientes para eximirlo.

Lo verdaderamente malo de la semana difícilmente fue algo inesperado. De hecho, es más o menos lo que se anticipaba de dos equipos que simplemente no saben ganar.

La medalla de la vergüenza de esta semana no va a un jugador o siquiera a un equipo, sino al partido completo entre Falcons y Chargers. Y no es que a alguien le importe, siendo sinceros.

Todo el partido fue malo, en verdad malo. De lo que se podía esperar de dos equipos que ahora están con récord de 4-9 y sin rumbo alguno. Pero los últimos cuatro minutos valen una mención aparte.

Con el marcador empatado a 17, Matt Ryan fue interceptado en las diagonales a 3:52 del final cuando los Falcons se disponían a tomar ventaja.

¿Los Chargers van a ganar el juego? No es tan fácil. Nunca es tan fácil para los Chargers. Menos de tres minutos después el novato Justin Herbert devolvió la cortesía con una respectiva intercepción.

¿Los Falcons van a ganar el juego? No es tan fácil. Nunca es tan fácil para los Falcons. Ryan lanzó su tercera intercepción del encuentro 47 segundos después y los Chargers avanzaron 49 yardas en 30 segundos para ganar un juego que, siendo sinceros, a nadie le importa.

Lo feo

Los Vikings habían ganado cinco de sus últimos seis juegos para meterse de lleno en el panorama de playoffs en la Conferencia Nacional. Una victoria ante los Bucs el domingo significaría intercambiar lugar con Tampa Bay en la NFC. La ofensiva, con todos sus problemas hizo el trabajo, la defensiva los mantuvo en el juego y les dio una oportunidad. Los equipos especiales no tanto.

Dan Bailey falló tres intentos de gol de campo, de 36, 54 y 46 yardas, y un punto extra en la derrota de 26-14 ante Tampa Bay. Y lo peor de todo es que ni siquiera estuvo cerca. En la potente, e imprecisa, pierna derecha de Bailey, los Vikings dejaron escapar 10 puntos, en una derrota tan apretada cada uno de ellos era de vital importancia.

Lo peor para unos Vikings con posibilidades cada vez más difusas es que lo de Bailey no es nada nuevo. La semana pasada falló otros dos puntos extra y un gol de campo antes de conectar en tiempo extra para derrotar a Jacksonville.