Shohei Ohtani pierde el rumbo en la loma y con el bate
El versátil astro de los Angelinos ha tenido un pésimo inicio en una microcampaña donde cada actuación cuenta.
Para ser pitcher, Shohei Ohtani es un gran bateador. Y últimamente, ni siquiera eso.
El astro japonés, que a su llegada a Grandes Ligas en 2018 se presentaba como una auténtica arma de doble filo gracias a su privilegiado brazo y su potente madero, es ahora apenas una sombra del jugador que ganó el Novato del Año hace tan sólo dos campañas.
Por supuesto que el calendario reducido de la actual temporada no ayuda, maximizando cada detalle. En el caso de Ohtani, todos negativos.
El nipón tuvo el domingo su segunda apertura de la campaña ante los Astros, una velada en la que apenas trabajó una entrada y dos tercios, regaló cinco bases por bolas e iluminó a todo el sur de California con los focos de alarma.
En la que fue también su segunda aparición en el montículo desde septiembre de 2018 (perdiéndose todo 2019 con cirugía de Tommy John), el derecho requirió 42 lanzamientos para sacar dos outs en el segundo inning, antes de dejar el encuentro con dos carreras en contra y con más preguntas que respuestas.
El descontrol y el notable descenso en la velocidad de su recta se suman a la decepcionante aparición del pasado 26 de julio, cuando no pudo sacar un solo out, permitió cinco carreras y obsequió tres boletos en la derrota ante Oakland.
Tomando todo eso en cuenta, y el historial de lesiones en el brazo, se antoja difícil que Ohtani vuelva pronto al centro del diamante, si es que acaso vuelve a aparecer como lanzador en esta campaña de calendario reducido.
Pero bueno, al menos los Angels aún tienen a Ohtani, el bateador de los 40 home runs en sus primeros dos años en Grandes Ligas, ¿cierto?
Falso.
Ohtani el pitcher ha sido una pesadilla. Ohtani el bateador es un poco mejor. Un poco.
En seis juegos a la ofensiva, el japonés acumula nueve ponches en 27 turnos oficiales al bate, con apenas un boleto negociado. Batea para apenas .148 (4 de 27) con dos cuadrangulares, un doblete y siete carreras producidas.
En otras palabras, Ohtani sigue siendo peligroso cuando hace contacto con la esférica. El problema es que el contacto ha sido escaso en un toletero que bateó para .285 en sus primeras dos campañas en la Gran Carpa, pero que ahora no encuentra el rumbo.
Y no hay mucho tiempo que perder.
Al final del encuentro contra los Astros, Ohtani se dijo incómodo con su brazo derecho, de acuerdo con Rhett Bollinger, de MLB.com, por lo que el equipo optó por someterlo a una resonancia magnética cuyos resultados aún se desconocen.