Funeral de John Lewis: Así lo despidieron Bill Clinton, George Bush y Barack Obama
Este jueves se llevó a cabo el funeral de John Lewis, en donde ex presidentes como Bill Clinton, George W. Bush y Barack Obama lo despidieron este jueves en Atlanta.
El pasado sábado 18 de julio, falleció John Lewis, mejor conocido por ser uno de los grandes defensores de los derechos civiles en Estados Unidos a causa de una dura lucha que tenía contra el cáncer. Este jueves se llevó a cabo el funeral del también ex congresista, en la Iglesia Ebenezer Baptiste, en la ciudad de Atlanta.
La familia de Lewis, así como otros grandes amigos se reunieron este jueves por la mañana para darle el último adiós a John Lewis, algunos de ellos incluyen a Bernice King, la hija de Martin Luther King Jr., Xernona Clayton, pionera de los derechos cíviles, entre otros.
Sin embargo, también tuvo la presencia de algunos ex presidentes de los Estados Unidos. Barack Obama, Bill Clinton y George W. Bush asistieron al funeral de John Lewis este jueves, e incluso hablaron en el mismo.
Así despidieron Obama, Bush y Clinton a Lewis
No es extraño que Barack Obama, quien veía a John Lewis como un héroe, dedicara una emotivas palabras durante la ceremonia de este jueves, en donde señaló que "le dio al país lo más cercano a los ideales que pretendemos. Honrémoslo revitalizando la ley por la que estaba dispuesto a morir".
Obama recordó que conoció a Lewis en la Universidad de Harvard, y agregó que "cuando fui electo como presidente de Estados Unidos, lo abracé y le dije que me encontraba ahí debido a todos los sacrificios que había realizado y durante todos los años siempre brindó sabiduría a él y a Michelle".
"John Lewis siempre miraba para adelante. Siempre pensó en los demás. Siempre insistía en que el odio y el miedo tenía que ser atacado con amor y esperanza" señaló por su parte George W. Bush.
Bill Clinton, quien fue el primero de los tres en hablar, señaló que "siempre lo voy a amar. Y estoy muy agradecido de que se haya mantenido fiel a su forma. Subió allá y nos dejó con órdenes de marcha. Siempre pensó que la mano abierta era mejor que el puño cerrado".