Óscar Portillo: Sospecho tener coronavirus, en emergencias no me atendieron
El jugador salvadoreño solicitó ayuda a las líneas de emergencia en El Salvador para él y sus hijos, pero estos no acudieron al llamado de un posible caso de COVID-19.
Óscar Portillo, jugador del CD Dragón, sufre síntomas de coroanvirus junto a sus tres hijos, por lo que decidió llamar a la línea de emergencia en El Salvador para que lo atendieran a él y sus tres pequeños, pero la respuesta no fue la esperada, ya que las personas del call center solo le dicen que no pueden ir por él y tiene esperar con calma. Su esposa comenzó con los síntomas hace cuatro días y ya se encuentra ingresada en un sanatorio para tratar la enfermedad.
El mediocampita cuscatleco habló para El Gráfico, donde contó cómo se siente y la forma en la que respondieron en la línea de emergencia 132, donde a pesar de explicarles todos los síntomas y dejar en claro que su mujer ya había dado positivo le pidieron que tuviera paciencia ya que no podían ir por él en estos momentos.
“He sido futbolista, ‘los mangos que nos comemos’, el pecho bombea, pero jamás en todo lo que llevo de carrera, nunca me pasó como siento ahora, esto me comenzó ayer (jueves), antes tenía dolor de estómago, tos seca y hoy que me levanté, con dolor en el pecho”, comenzó Portillo para después explicar que su temor más grande es que sus hijos también estén infectados debido al contacto con su esposa antes de ser ingresada en el hospital.
“Quiero que me escuchen, que nos vengan a traer, tengo hijos pequeños (7 y 3 años) y somos nexos directos con la persona que dio positivo, mi esposa se fue de casa… Solo falta que me digan que es positivo porque tiene todos los síntomas, más que los niños tienen mismos síntomas que inició ella”, relataba el mediocampista de CD Dragón.
La llamada a emergencias
En la madrugada del jueves (4:00 am) llamó al 132 para ser atendido, pero la respuesta de la persona en la línea fue pedirle que espere, ya que están saturados, que buscara transporte y se fuera a un hospital. Pero él ya no puede caminar ni respirar, pero llegó al Hospital San Rafael como pudo y tampoco lo recibieron porque no tenían médicos.
Actualmente su esposa espera los resultados, mismos que llegaran en ocho días, por lo que tienen que esperar 12 días para que le digan si tiene coronavirus o no; mientras no puede hacer nada para que le hagan las pruebas a sus hijos, quienes son su verdadera preocupación.