Alex Rodríguez habla del paso de Michael Jordan por el baseball
El exantesalista del Yankee Stadium considera que las andanzas de "Su Majesdad" en los diamantes de la Doble-A están entre sus "más grandes logros".
Con el lanzamiento de la nueva docuserie con metraje inédito sobre el último campeonato de Chicago Bulls, The Last Dance, Michael Jordan ha vuelto al centro de atención.
Después de que éste capturó su tercer trofeo Larry O’Brien con los Bulls (1992-93), y el primero de dos tricampeonatos, Jordan decidió probar suerte con la manopla y la madera —deporte que practicó en la infancia y el favorito de su padre—, y aunque su talento no lo posicionó como ocurrió en la duela, su permanencia en los parques de pelota forman parte de sus “más grandes logros”, según el extoletero Alex Rodríguez.
“Creo que lo que intentó hacer en el baseball es uno de los más grandes logros en su carrera. Se subió a un camión para jugar en la Doble A. Esa es una de las ligas más difíciles de jugar porque es a donde van los mejores lanzadores con lanzamientos arriba de las 95 millas por hora. El clima por encima de los 95 ºF (35 ºC) y los traslados son en autobús, no en aviones”, explicó el exjugador con la cuarta cantidad más alta en cuadrangulares (696) en la historia de la MLB.
Además, Jordan cargaba con el peso que él mismo creó de su nombre tras mostrar su habilidad en la duela los primeros diez años de su carrera, considera exjonronero ganador de tres MVP (2003, 2005, 2007).
“Desafortunadamente, el parámetro para ser un gran bateador del Salón de la Fama es de .300. Por ser Michael Jordan, serás juzgado en un estándar totalmente injusto. El hecho de que haya tenido una racha de imparables, bateando por encima de .200, y por robarse tantas bases, creo que eso ya lo hace memorable”, agregó la exestrella de New York Yankees.
Si bien es cierto los números con la madera de Jordan no llegaron a cumplir con las expectativas de los fanáticos, en su paso por el diamante Jordan terminó con un promedio de bateo de .202, tres cuadrangulares y con 30 bases robadas en 127 partidos con el equipo filial de Chicago White Sox.
En honor a su padre
Jordan se retiró por primera vez del deporte ráfaga al final de la campaña 1992-93. Meses después, James Jordan, padre de "MJ", fue asesinado en North Carolina. Fue entonces que el integrante del Salón de la Fama cambió los Air Jordan por unos spikes para jugar baseball, el deporte favorito de James.
A su primera temporada completa de vuelta en el United Center (1995-96), tras ganar el cuarto título de su carrera en el Día del Padre, Jordan dedicó a James el primer campeonato del segundo three-peat de los Bulls: "Yo sé que él está viendo. A mi esposa e hijos, a mi madre, a mi hermano y mi hermana, éste es para mi padre”, dijo en entrevista a NBC Sports.