Lo bueno, lo malo y lo feo del Super Bowl LIV
Patrick Mahomes lo volvió a hacer, comandando su tercera remontada de los playoffs en camino al campeonato.
Lo bueno
El partido en general podría ser una buena opción para este espacio, pues fue un duelo de pocos errores, buena ejecución y que, a grandes rasgos, cumplió con su cometido de mantenernos entretenidos durante las últimas tres horas de la temporada. Pero eso sería tomar la salida fácil.
Lo que en realidad fue muy bueno del “súper domingo” fue la redención del coach Andy Reid y el salto al siguiente nivel, si es que existe otro nivel más alto, para Patrick Mahomes.
En 21 años como entrenador en jefe de la NFL, Andy Reid se había ganado la reputación de ser el coach incapaz de dar el siguiente paso, el de la etiqueta de no poder conseguir ese último triunfo. Ayer se desprendió de todos esos calificativos de forma rotunda. A lo largo de su brillante carrera, tenía récord de 1-10 en postemporada cuando se colocaba abajo por doble dígito. Durante estos playoffs su récord fue de 3-0.
No hubiera sido posible sin su quarterback franquicia de tercer año, un joven Mahomes que, tan solo esta temporada, acumuló récord de 5-0 cuando los Chiefs llegaron a estar en desventaja de al menos 10 puntos, incluyendo sus tres actuaciones de postemporada y la remontada de 24 unidades en el duelo de la ronda divisional ante los Texans.
Dentro de la remontada destacan dos jugadas que fueron tan fundamentales como improbables. Primero, un pase de 44 yardas a Tyreek Hill en 3ra y 15, quien extrañamente quedó en uno a uno con el safety y que abrió las puertas para el primer touchdown de Kansas City en el último periodo.
Segundo, un envío de Mahomes a Sammy Watkins, quien venció en el duelo personal a Richard Sherman para una ganancia de 38 yardas para dejar a Kansas City a las puertas de tomar su primera ventaja desde el primer cuarto.
Lo malo
Hace cuatro años, Kyle Shanahan estaba al frente de la ofensiva de unos Atlanta Falcons que no pudieron cerrarle la puerta a los Patriots y terminaron cediendo una ventaja de 25 puntos a mediados del tercer cuarto, en una debacle de proporciones épicas.
El domingo pasado, los fantasmas del colapso de Houston volvieron para atormentar al head coach de los 49ers, quien vio como la historia se repetía sin poder hacer nada para frenar la hemorragia.
Arriba por 10 puntos y justo después de que su potente defensiva forzó la segunda intercepción de Patrick Mahomes en el encuentro, Shanahan y los 49ers tuvieron una oportunidad de oro de ponerle el pie en el cuello a los Kansas City Chiefs, quitarle el drama al juego y enfilar a la franquicia al sexto Super Bowl de su historia. La desaprovecharon.
Con todo el momento del encuentro a su favor, y con la necesidad tanto de avanzar yardas como de consumir tiempo en el reloj, San Francisco inició una ofensiva fundamental desde su propia yarda 20 y con casi 12 minutos en el reloj. A pesar de acumular más de 140 yardas terrestres, el coach de los 49ers optó por enviar tres jugadas de pase durante la posesión más importante del encuentro.
Jimmy Garoppolo apenas pudo completar uno de ellos, un envío de 12 yardas a George Kittle, lanzó un pase incompleto y tuvo que salir por piernas ante la presión en tercer down para consumir un total de 17 yardas y tres minutos.
A partir de ahí Mahomes tomó posesión del partido y lo hizo ante el punto más fuerte de San Francisco, su laureada defensiva que poco pudo hacer para frenar a los Chiefs cuando era más necesario. Los fantasmas de Shanahan vaya que son inoportunos.
Lo feo
El espectáculo de medio tiempo.
No digo que haya sido un mal show. Sólo digo que hubiera estado mejor sin música.