Jake Arrieta reta a Todd Frazier: Le partiré la cabeza
Todd Frazier recibió un pelotazo de Jake Arrieta la noche del sábado que estuvo a punto de convertirse en una trifulca a gran escala.
A ningún bateador en cualquier liga de baseball del mundo le gusta recibir un pelotazo, mucho menos cuando es el segundo en noches consecutivas y el tercero que recibe contra el mismo equipo en lo que va de la temporada.
Incluso cuando se tratara de un cambio de velocidad de Jake Arrieta, es fácil entender la molestia de Todd Frazier. Se intercambiaron palabras, ningún saludo familiar con toda certeza.
Y ahora resulta que el agresor se siente agredido.
Arrieta, quien estuvo descontrolado toda la noche y terminó golpeando a tres bateadores en la derrota d 6-5 ante los Mets, no quiere más palabras, quiere acción.
“Si a Frazier no le gustó, puede venir a verme y le partiré la cabeza”, declaró Arrieta después del partido.
El derecho de los Phillies, que nunca ha protagonizado una trifulca a ningún nivel, está ansioso de recibir a su primer invitado a la loma desde hace años.
Hace un par de temporadas, cuando se le preguntó sobre una bronca que protagonizaron Bryce Harper y Hunter Strickland, en la que el receptor de los Giants Buster Posey tardó en intervenir, Arrieta declaró a los cuatro vientos sus ganas de intercambiar algo más que palabras sin importar el rival.
“Si es mi cátcher, quiero que espere y me dé la oportunidad de causar un poco de daño”, dijo en 2017. “No quiero que intervengan de inmediato. Si eso sucede, le haré saber. Estaré listo. ¿Sabes? Me gustan mis oportunidades cara a cara contra cualquiera”.
Sin duda le gustan sus posibilidades contra Frazier.
“No me dijo nada a mí. Le hablaba al umpire a 10 metros. Le dije que viniera. No vino”, declaró el antiguo ganador del Cy Young. “Si está enojado podemos hablar de hombre a hombre”.
Lo más probable es que esa conversación ─o lo que sea que Arrieta tenga en mente─ deba esperar. Al terminar el encuentro Arrieta fue diagnosticado con calcificaciones en el codo derecho y será evaluado durante la Pausa del Juego de Estrellas.
El padecimiento justifica su descontrol la noche del sábado, pero no su actitud.