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Habitantes latinos de Chirilagua temen la llegada de Amazon

La segunda sede nacional de Amazon llegará muy pronto a un barrio en Virginia, pero sus habitantes temen que esto los saque de sus casas.

Estados UnidosActualizado a
La segunda sede nacional de Amazon llegará muy pronto a un barrio en Virginia, pero sus habitantes temen que esto los saque de sus casas.

El barrio conocido como Arlandria o Chirilagua, que se encuentra ubicado en Virginia, no está para nada conforme con la próxima llegada de la nueva sede de Amazon, ya que los habitantes aseguran que esto solo provocará que incrementen las rentas, por lo que al no poder pagarlas perderán sus casa. 

"Hace casi un mes nos dijeron que iba a ser más cara la renta, 200 dólares más. Es demasiado lo que nos quieren aumentar", dijo Rosa que pagaba mil 400 dólares al mes por su departamento en el que vive con su esposo e hija, a Univisión.

En este pequeño barrio en su mayoría viven personas latinas y a pesar de que algunos se alegraron por la llegada de Amazon, otros se espantaron porque a pesar de que se prevé que se contratará a 25 mil empleados para esta nueva sede, temen que los trabajadores que lleguen y tengan sueldos más altos, terminen por echar a la gente que lleva ahí viviendo muchos años.

"Sabíamos que con el anuncio de la llegada de Amazon y reconociendo que los gobiernos locales no tienen un programa de crear vivienda para las familias de bajos recursos, iba a ser un impacto grande", comentó Evelin Urrutia, directora de Inquilinos y Trabajadores Unidos a cadena de televisión.

A pesar de que aún no hay muchos detalles al respecto, solo se sabe que algunos empleados comenzarán a llegar al barrio en el transcurso de junio. Se dice que para construir este nuevo lugar se invirtieron 2 mil 500 millones de dólares.

Por su parte la empresa lanzó en un comunicado que lo único que buscan es beneficiar al pequeño poblado, pues buscan emplear a gente local.

"Yo pienso que Amazon nos viene a querer sacar porque ellos tienen dinero y nosotros no tenemos nada", dijo la salvadoreña Dina Martínez, quien llegó ahí a vivir a mediados de la década de los 80. "Vamos a desaparecer".