La llama competitiva aún arde en Kurt Warner
El exquarterback de la NFL y actual miembro del Salón de la Fama aún no logra lidiar por completo con la idea de retirarse del deporte.
La historia de Kurt Warner es digna de un cuento de hadas. El empaquetador de supermercado que se convirtió en campeón de la NFL hasta llegar al Salón de la Fama. Solo que hay un pequeño problema. Warner no está completamente contento con su final feliz.
Casi nueve años después de anunciar su retiro y un año después de ingresar al recinto de los inmortales, el quarterback de 47 años aún no logra estar en paz con la idea de que ya no es un jugador activo.
A todos les sucede, solo que Warner fue un paso más allá y durante esta pretemporada incluso contactó a un coach de la NFL para que le permitiera practicar con el equipo, reconoció él mismo el lunes durante la transmisión del juego entre los Cardenales de San Luis y los Mellizos de Minnesota de Grandes Ligas.
“De hecho, estaba listo para esta temporada, y hablé con un coach”, dijo según un reporte de Yahoo. “Hablé con el entrenador sobre la posibilidad, de si necesitaban a alguien, pero firmaron a alguien más. Creo que no creían que hablaba en serio”.
Nadie lo cree. El hecho de que alguien que está del lado equivocado de los 40 años quiera volver después de casi una década en el sofá no es solo inverosímil, sino imprudente. Pero, de todas las personas, si alguien es capaz de desafiar las posibilidades es Warner. Vamos, ya lo ha hecho antes.
Tal vez ese inquebrantable deseo de volverse a ajustar el casco sea parte de la naturaleza competitiva que fue la materia prima de la historia de cuento de hadas de Warner. Tal vez sea la frustración por la manera en que finalizó su carrera, con una devastadora tacleada de los Saints en el playoff divisional de 2009, que dio inicio al escándalo “Bountygate”.
Lo que está claro es que no puede ser una buena idea, en especial considerando el historial de conmociones que lo acompañaron durante sus 12 temporadas en la NFL, en donde solo jugó los 16 partidos del calendario en tres ocasiones.
Su esposa, Brenda, le dijo que era una buena idea. No lo es, pero tal vez ella sabe mejor que nadie que decirle no a Kurt solo podría hacerlo desear más volver al campo. Sin embargo, el mismo Warner admite que la puerta se cerró de manera definitiva ante la falta de oportunidades.