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LOS MEJORES NARRADORES

Los mejores narradores latinos en USA: 1 - Luis Omar Tapia

La voz de la Champions para Latinoamérica, Luis Omar Tapia lleva casi cuatro décadas en Estados Unidos. Exjugador de fútbol amateur, su voz es reconocida.
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Estados Unidos
Los mejores narradores latinos en USA: 1 - Luis Omar Tapia

"Ya comienzan 90 minutos del deporte más hermoso del mundo". La frase por antonomasia del relato deportivo en América Latina. Luis Omar Tapia, chileno que ha hecho su vida en Estados Unidos, es la voz que ha sonorizado los recuerdos de Champions de tantos, de todos. La voz de las 'noches mágicas'. Si el torneo más importante del fútbol europeo tiene la importancia mediática de hoy en día, si provoca pasión, zozobra, atención y carnaval a lo largo del continente, a miles de kilómetros de las ciudades que la acogen, mucho tiene que ver Luis Omar Tapia, su ritmo vibrante, sus apodos cómicos, su eterno grito de gol.

Todo inició cuando, de niño, su abuelo lo despertaba a las 8 de la mañana para patear la pelota en el potrero del barrio: "'Peladito' (le llamaba), es hora de ir a jugar el deporte más hermoso del mundo", le decía. Al evocar el recuerdo, nació la frase que lo identifica por todo el continente. Sin embargo, el camino hasta los micrófonos conllevó varios sacrificios. El hogar quedó atrás cuando Pinochet derrocó al gobierno de Salvador Allende el 11 de septiembre de 1973. Los padres de Tapia tomaron la decisión de salir del país en calidad de refugiados políticos y cruzaron los Andes para recalar en Argentina. Ahí se fortaleció la pasión de Luis Omar por el fútbol; curtido en los potreros del barrio de San Telmo, hincha de Boca Juniors (y de Colo Colo, y del Real Madrid y el Cruz Azul), un fiel de las transmisiones de José María Muñoz a través de la radio. Ahí cultivó su sueño de alcanzar el fútbol profesional hasta que la oleada militar llegó a la Argentina con el golpe de Videla. Con 14 años, nueva mudanza y Estados Unidos en el horizonte.

En la Unión Americana, la familia de Luis Omar se estableció en Conneticut, en Norwalk, donde habían emigrado miles de refugiados políticos chilenos. El fútbol fue su vehículo de integración. El New York Cosmos le ofreció integrarse a una de sus academias, pero el proyecto no llegó a concretarse. Entró a estudiar periodismo y comunicación y salió al cabo de un par de años para dedicarse al fútbol semiprofesional y al fútbol rápido. A cambio de ello, recibió un ingreso que ayudó a solventar los gastos de su familia. Equipos como Vasco Da Gama y Tacoma disfrutaron de su talento. Sin embargo, en un partido con el América (nombrado así en honor a los Diablos Rojos de Cali), los ligamentos de la pierna derecha se le rompieron. Aunque volvió a jugar, jamás se sintió con la misma confianza para jugar en plenitud y el sueño de ser futbolista profesional se extinguió. El futuro le tenía preparado otro camino.

ESPN y el salto

Luis Omar Tapia empezó su carrera comunicacional en el Canal 13 de Conneticut, propiedad de Telemundo. Su madre trabajaba en el área de ventas y, un día a finales de la década de los 80, lo convenció para cubrir a un periodista, que se había reportado como enfermo, para informar al público sobre las elecciones locales. En un principio reticente, por el pasado político que había sufrido su familia, aceptó la encomienda. Al cabo de unos días, ya estaba a cargo de los segmentos deportivos del canal. Después comenzó a narrar la Serie A y la llegada del productor Lenny Colón a ESPN le abrió las puertas del 'líder mundial en deportes'. El año era 1991. Se enteró de la propuesta mientras estaba jugando fútbol un domingo; su madre y su esposa lo sacaron del campo de juego: "Al día siguiente me presenté ahí. El vicepresidente Bernard Stewart me hizo un casting, que duró 10-15 minutos porque me sacó temprano del partido que estaba narrando y me dijo ‘me gusta lo que estás haciendo, aquí están las puertas abiertas'". Luis Omar Tapia abanderaría la salida de un proyecto que le parecía irrisorio: ESPN en español. De la vieja guardia, solo sobrevive Álvaro Martín (NBA y NFL). Al comienzo de 1992 comenzaron a llegar otros nombres como Ernesto Jérez, Ricardo Ortíz: "Fuimos quienes ayudamos a construir ese imperio que es ESPN en América Latina", sentencia.

Fueron 15 años en los micrófonos y las cabinas de ESPN, en los que se convirtió en la voz del torneo de clubes más importante del mundo. Su estilo encandiló al continente, así como sus jocosos apodos, todo un símbolo de la cultura futbolística en América Latina (Mufasa a George Weah, o Jar-Jar Binks a Ronaldinho, dos de los más célebres). Recuerda con especial cariño la final de la Champions de 2005, Milan vs. Liverpool, el Milagro de Estambul, el regreso de todos los tiempos (en seis minutos, los 'Reds' superaron un déficit de tres goles). A sus lados, Diego Armando Maradona y Mario Alberto Kempes como analistas. Sus presentaciones sobran. Él acuñó el término 'noches mágicas', relató la surrealista remontada del Manchester United al Bayern Múnich en 1999, las lágrimas de Matthäus; la maratón de Raúl contra Santiago Cañizares en 2000, la volea de Zidane en 2002. Sí, las noches mágicas. Pero algún día iba a amanecer: "Me fui (en 2006) por un problema interno con el vicepresidente, Chris Calcinari; él es el máximo responsable de que no cotninue en ESPN. Me hizo bien, me he sentido bien y he tenido muchas oportunidades que si hubiera seguido ahí no las hubiese podido concretar. Soy un agradecido con las puertas que me abrió el canal. Creo que confiaron en mí y entregué todo al canal y quedamos a la par".

Tras un desembarco de dos años en México con TV Azteca ("una experiencia bastante linda"), hoy sigue atado a la Champions League, casi un amor de vida. Las noches mágicas son eternas. Fox Sports Latinoamérica y Univisión dan salida a su voz, que sigue llegando a todos los rincones del continente. La actual es su 25° edición del torneo europeo que relata. Sin embargo, a pesar de su leyenda, su influencia, los momentos que ha presenciado y ha pintado con su voz para su audiencia, considera que aún no ha llegado lo mejor: "El momento cumbre no lo he vivido. Estoy viviendo un momento cumbre porque tengo la oportunidad de trabajar en dos empresas importantísimas". Es la voz de un inmigrante latinoamericano, refugiado político, que abona un consejo para aquellos que, inspirados en él, escuchándolo y viéndolo, deseen iniciar una carrera en un país distinto al de su origen para palpar "el deporte más hermoso del mundo" y alcanzar sus sueños: "Que estudien, que se preparen. Es difícil, los latinoamericanos tenemos que cruzar muchas barreras, hasta el doble o el triple para poder igualar o llegar a la par del angloamericano; es posible, es el país de las oportunidades. El estudio es la única preparación que te va a llevar a ser exitoso, ya sea en cualquier rama, en tu vida".

El sueño de Luis Omar Tapia era ser futbolista. Pero su voz lo llevó a cumplir otro.

Luis Omar Tapia en TV Azteca

Después de su salida de ESPN, Tapia recaló en la televisión abierta mexicana por iniciativa de Pablo Latapí y André Marín: "Muy contento de que se hayan fijado en mí, un extranjero, crecido en Estados Unidos; corrieron un riesgo importante. La pasé muy bien, se ganó y se perdió en la lucha por el rating, pero creo que tuvimos la oportunidad de hacer cosas completamente diferentes. Por ejemplo, se solía hacer 45-45, había dos narradores, eso pasó solamente en el primer torneo (que estuvo en TV Azteca); en el segundo, Christian Martinoli hacía sus partidos y yo hacía los míos, narrábamos 90 minutos de corrido. Esa huella la he dejado en el fútbol mexicano".