El sueño del león rumano
Cristian Ganea, que se encuentra estos días en Basauri para firmar con el Athletic por tres temporadas, ha puesto patas arriba la localidad vizcaína.
Basauri vive una revolución de la mano de Ganea, que ha dejado la concentración del Viitorul para pasar reconocimiento médico con el Athletic y firmar por tres campañas. El Kanela Kafe, ubicado en la parte baja del municipio, registra enorme atención mediática. Allí trabajan los padres del nuevo león. Le esperan para junio en su nueva casa, a tres mil kilómetros. Cristian nació en Telciu, una pequeña localidad rumana de apenas cinco mil habitantes, perteneciente a la región de Bistrita-Nasaud, de la que le distancian 40 kilómetros. Alentado por su padre Viorel, un exfutbolista, pasó a formar parte de los infantiles y juveniles en Inter Viisoara. Cuando era un crío sus padres le llevaban al campo de entrenamiento, a 50 kilómetros. Y si no podían echaban mano de sus vecinos o algún amigo.
Finalmente sus progenitores decidieron emigrar a España persiguiendo ofertas laborales, como otros miles de rumanos, en busca de una vida mejor. “Tenía 10 años cuando mi madre decidió ir a trabajar allí y mi padre se fue al año siguiente. Me quedé solo, con mi hermana, Ionela, cuatro años mayor que yo. Cuando estuve allí por segunda vez descubrí otro mundo, me gustaba... Fui pasando por el Basauritarrak, Basconia, donde pasé tres años, y dos en el Indartsu. Vinieron del Athletic a verme a los 16, pero aquello de ser rumano... se olvidaron de mí a los 18 y llegó una oferta de Mallorca B”, rememora el nuevo león. Firmó dos campañas como bermellón. Y eso que Ibaigane, temiéndose que iba a triunfar, le pidió que esperase para dar el paso.
En el Mallorca se lesionó en un dedo del pie. No se juntó con Marco Asensio de milagro. Cinco meses fuera. No continuó. ¡Había cumplido su sueño, un equipo en España donde ganaba 400 euros al mes! Pero se propuso triunfar. Así que regresó a Rumania y firmó con el Targu Mures, un equipo de la Liga 2. Le dieron un salario de 1.500 euros, más 200 para alquilar piso. Después de seis meses en Mures, un distrito de la zona central de Rumanía, se fue a Craiova, al Universidad, donde fue uno de los mejores jugadores en el año del ascenso a la primera de su país. Pero le rescindieron el contrato. Nuevo golpe. Así es como llegó al Sageata Navodari, un equipo que cayó a la Liga 2. Jugó 14 partidos y anotó 3 goles. A principios de 2015 empezó a brillar con el Brasov, también en la Liga 2 y fue descubierto por Gica Hagi, que vio en él una joya por pulir y se lo llevó al Viitorul, hasta convertirlo en el mejor lateral izquierdo de Rumanía, aunque inicialmente Ganea jugó como centrocampista o incluso extremo. Lo demás ya se sabe: fichaje por el Athletic y fama. “Cristi se queda con nosotros, algo muy bueno para nosotros y para él. Está muy satisfecho con lo que está pasando. Nos ayudará”, señaló ayer Hagi, el ‘Maradona de los Cárpatos’.
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