Así jugaría la Roja bajo el mando de Reinaldo Rueda
Tras Año Nuevo, el colombiano sería presentado como el sustituto de Pizzi. Llegará con amplios pergaminos y un modelo futbolístico bien claro.
Si no sucede nada extraño, después de Año Nuevo el actual DT del Flamengo, Reinaldo Rueda, debería ser oficializado como el nuevo entrenador de la Selección chilena. En su viaje a Colombia, país natal del estratega, el presidente de la ANFP, Arturo Salah, prácticamente selló el acuerdo.
Rueda no estaba en la primera línea de los aspirantes a reemplazar a Juan Antonio Pizzi. Por lo mismo, el conocimiento sobre sus equipos se vinculaba, a la distancia, con las selecciones de Honduras y Ecuador, con las que se clasificó a los Mundiales de 2010 y 2014. Ahora último con Atlético Nacional de Medellín, penúltimo campeón de la Libertadores. En estos tres proyectos, eso sí, dejó bien claro cómo juegan sus dirigidos.
Sistemas 4-4-2 ó 4-2-3-1
Al mando de Honduras y Ecuador, Rueda empleó regularmente el sistema de juego 4-4-2. Un línea defensiva bien compacta, con zagueros centrales firmes y moviéndose bien poco del medio, más el desdoblamiento ofensivo alternado de los laterales, de acuerdo al desarrollo del juego.
Dos volantes centrales (un generador de juego y otro con atributos más potentes para la recuperación del balón) en la mitad de la cancha. Abiertos por los costados, ambos extremos con atributos para el toque o si no, para llegar a línea de fondo en busca del centro. En ataque, un tándem de delanteros (un '9' bien marcado -grandote y entrador- y el complemento de un jugador con movilidad y actitud para accionar por las puntas).
En un leve giro táctico, Rueda ganó la Libertados en Atlético Nacional de Medellín con un sistema 4-2-3-1. En la única diferencia en relación a lo anteriormente realizado, el probable DT de la Roja eliminó un atacante y agregó un '10' clásico. Mantuvo solo al centrodelantero, pero para evitar la precariedad arriba le impuso mayores obligaciones ofensivas a los extremos.
Ataque y defensa
Rueda no reniega de su ADN futbolístico colombiano. A pesar de poseer una fuerta impronta alemana por un magíster que cursó en tierras germanas tras licenciarse en Eduación Física y Salud, el entrenador tiene una fascinación por el viaje del balón a ras de piso y bien jugado. En definitiva, sus equipos en fase ofensiva emplean primordialmente el Ataque Construido.
Nada de pelotazos (Ataque Directo). Prioridad por iniciar el juego desde atrás, aunque reserva un espacio también para el Contrataataque. Sobre todo como visitante, mediante avances veloces y profundos, sorprendiendo al rival desorganizado en defensa o en inferioridad numérica.
En la custodia de la propia portería, el asunto es bastante nítido en la forma de juego del DT colombiano. Lo central en su modelo es el Reagrupamiento Defensivo: tras la pérdida, la oncena se repliega en una zona preestablecida de la cancha (normalmente a partir del círculo central) y, cuando el balón ingresa a tal sector, la presión es inmediata y colectiva en pos de la recuperación de la pelota.
Un matiz al respecto suele acontecer en momentos puntuales de los partidos (sobre todo actuando de local). Sus dirigidos no retroceden e inician la presión de forma inmediata, incluso en campo contrario, consiguiendo el balón (Pressing). O en su caso retardan la elaboración ofensiva oponente para facilitar el ordenamiento defensivo propio (Retirada Progresiva).